Concierto

El grupo La M.O.D.A: a por el quinto Wizink

Los siete amigos que consiguieron un estilo único a partir de distintas influencias musicales

Grupo de música LA MODA
Grupo de música LA MODAJar

LA MODA ha demostrado ser mucho más que una tendencia pasajera. Sin pretensiones desde sus inicios en 2011, han logrado ser un grupo que forma parte de la historia del rock español. Sus componentes buscaban apuntarse a un curso de música de la Universidad de Burgos, juntarse a tocar, echar unos vinos, e incluso unas risas, confiesan aludiendo a su nacimiento. En garajes, con canciones en inglés, y sin imaginarse el futuro que tenían por delante, Burgos y los pueblos cercanos abrieron los abrazos a La Maravillosa Orquesta de la Moda.

Venían de escuchar tantos como variados estilos, desde Social Distortion, Bruce Springsteen o Neil Young, hasta su tierra con Berri Txarrak. «Nuestro sonido es fruto de la casualidad, donde se encontraron el clarinete, el acordeón, la mandolina, guitarras o batería», cuentan. Y, al llevar tantos años entre furgonetas, limando asperezas, tiempos de espera, y pasando más horas juntos que con la propia familia, ya se han consolidado no solo como compañeros de trabajo sino también como amigos. «En lo profesional hemos aprendido a ser mejores compañeros, nos preocupamos los unos por los otros, nos conocemos más en lo bueno y en lo malo y esto nos ayuda». Además, teniendo en cuenta que son un grupo sin apoyo discográfico y que trabaja con autogestión, es importante saber cuándo tomar aire, coger perspectiva y valorar todo lo ocurrido. «Estamos aprendiendo. Quizá ahora tenemos más conciencia de cuidar nuestra salud mental y física. Si piensas en el proyecto por encima de las personas nunca sería un buen momento para parar. Actualmente nos situamos en un punto en el que sabemos valorarnos y hacer lo que sentimos», apelan.

Por otro lado, sus letras nacen tanto de vivencias y experiencias personales como de invenciones, prefieren no hacer demasiado caso a eso y que sea el sujeto quien las experimente y las lleve a su terreno. Confían en el consenso de los siete, aunque sea difícil, porque les ha funcionado. Dar un concierto en la capital siempre impone, pero son conscientes de que no todos los presentes son de aquí, sino que es un centro de encuentro de quienes han querido viajar para escucharlos. Recuerdan la sala Ritmo y Compás donde tocaban para once personas, la sala Sol o la Joy; y ahora, qué mejor que un Wizink Center para despedirse de una gira que les ha dado tantos regalos, fuera y dentro de España. «Lo que más nos funciona es el boca a boca, y por supuesto Internet nos aportó mucho, viajábamos a distintas ciudades y la gente se sabía las canciones», explican. Pero si algo tienen claro es que se lo deben todo a los directos y han querido cuidar lo verdaderamente significante: los conciertos y sus canciones.

Las etiquetas les dan igual y aceptan sus influencias del folk, punk, rock, pop o rap, «a veces incluso se lo ponemos difícil a nuestro público haciendo cosas que de primeras no tienen mucho que ver con nuestro estilo y siguen ahí, al pie del cañón acompañándonos, que es lo asombroso», manifiestan entre risas. Tras dos años de gira, «Hablar sin leísmos», su último tema, ha resultado para todos un oasis con muy buena acogida y una nueva ilusión. «Esta canción recupera el sonido característico de LA MODA, junto con la letra escrita por nosotros». Y añaden: «Hay que cuidar lo cosechado, pero también dar valor a lo nuevo». Los siete se muestran orgullosos del trabajo, aunque sobre todo están orgullosos del público, que cada disco lo han abrazado más que el anterior, bailando los temas clásicos y que conducen a sus comienzos, pero recibiendo con saltos cada novedad, algo que es muy difícil de conseguir.

El concierto del año

El grupo cuenta con un punto muy fuerte: ser infalibles en los directos. La experiencia dando conciertos, tanto a nivel nacional como internacional les ha concedido el reconocimiento de seguir presentes en las listas de reproducción –pese a las dificultades de la pandemia y sus dificultades–. Han actuado en Italia, Irlanda, Reino Unido o Francia. Pero también en países de Latinoamérica como Colombia y México o en Estados Unidos. En total, acumulan en sus espaldas e instrumentos más de 500 conciertos y todo apunta a que la cifra crecerá.

Como ya han comentado en otras ocasiones, “Nuevo Cancionero Burgalés», producido por Gorka Urbizu, está inspirado en su tierra, en sus raíces, y, con ello, en cancioneros populares de Federico Olmeda (1903) y Antonio José (1932), más todo lo aportado por el propio grupo. Se consideran unos afortunados: «Es verdad que esto ha sido una fricada, que un grupo que se llama La Maravillosa Orquesta del Alcohol, nacida en Burgos, sin experiencia ni apoyo de la industria, pueda vivir de la música, sigue siendo increíble», comentan. Pero hacer las cosas, como ellos mismos admiten, desde el corazón, da resultados. Y aquí uno de ellos: el 25 de noviembre en el Wizink Center de Madrid. «Nos da miedo lo de después, la resaca emocional, y lo que vamos a echar de menos todo lo vivido recientemente», reconocen. Así que, mejor no pensarlo y… como suena en una canción de estos siete amigos con los que hablamos: «Estoy aprendiendo a creer en mí mismo, intentando hablar sin leísmos, para que no adivinéis de dónde soy, así adivino a dónde voy».