Historia
La iglesia de los cómicos de Madrid
Y no sólo. También es (o fue) el templo preferido por los arquitectos y espacio popular de casamientos y funerales
No es casual que esté este templo en el Barrio de las Musas, ahora conocido como Barrio de las Letras. Por sus piedras han andado actores, escritores y arquitectos de renombre. Y también bajo esas mismas losas descasan algunos de ellos. En sus cientos de años de historia resume hechos relevantes como los bautizos de las personalidades y personajes más distintos. De Jacinto Benavente, Luis Candelas a José Echegaray. Casamientos de postín, como los matrimonios de Gustavo Adolfo Bécquer o Mariano José de Larra; además de acoger las cenizas, aunque cabe decir que en muchos casos no se sabe dónde están dentro de este recinto, de genios como Lope de Vega, Ventura Rodríguez o José de Espronceda. Curiosamente, y como un recuerdo del pasado, cabe apuntar que, además de la iglesia, en este espacio del viejo Madrid también existió, además de la posibilidad de ser enterrado en la iglesia, recibir sepultura en un camposanto que ha desaparecido. En su lugar se levanta ahora una antigua floristería, el Ángel del Jardín.
Una iglesia esta de San Sebastián que tuvo un origen humilde. Su nacimiento como tal se debe a una ermita que se encontraba en el camino hacia el santuario de Nuestra Señora de Atocha, sobre el que se funda en 1541. Curiosamente, este templo, junto con la iglesia de san Luis, ahora desaparecida, conservaban el derecho de asilo, es decir, se podían refugiar en ellas quienes temían la persecución de la justicia. Un asunto nada baladí en unos tiempos en que las persecuciones y cierta «justicia» indiscriminada brillaba por su presencia.
Pero ahondemos en sus particularidades. Esas que la diferencian de otras iglesias cercanas. Sus «devotos». Gentes que, en muchos casos estaban mal visto por la moralista sociedad de aquellas épocas y que aquí, en San Sebastián, encontraron refugio. Ellos se encargaron de embellecer el templo para hacerlo suyo. De ahí que la mayoría de las capillas de la iglesia fueran financiadas durante el siglo XVIII por arquitectos, comediantes y otros gremios profesionales. Hoy en día se pueden ver la capilla de Belén o de los arquitectos, diseñada por el genial Ventura Rodríguez en 1784; la de los actores, proyectada por Silvestre Pérez; o la de los guardias, según el proyecto de Pedro Arnal de 1793. Cabe apuntar que su aspecto no es el original, pues más allá del paso del tiempo y los cambios lógicos que este trae, una guerra civil, como la última padecida en España incidió de manera radical en la iglesia y su patrimonio. Para empezar fue saqueada por los comunistas en los primeros momentos del conflicto, y luego fue almacén de las fuerzas de la República, por lo que la aviación franquista la consideró objetivo prioritario al albergar entre sus muros armas y explosivos.
Pero a lo que vamos. La relevancia de la iglesia de San Sebastián por aquellos -y alguna aquella- que se cuentan entre sus libros. Ya sea por nacimiento, boda o funeral. Entre los bautizados están nombres señeros de la literatura como Tirso de Molina, Ramón de la Cruz, Leandro Fernández de Moratín, José de Echegaray Jacinto Benavente... por decir algunos. Entre los difuntos, la cosa sube enteros, con Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Juan Ruiz de Alarcón o José de Espronceda; además de los ya comentados arquitectos clave como Juan de Villanueva o Ventura Rodríguez. Y respecto a los matrimonios, el relato es de los más variado, pues va de Gustavo Adolfo Bécquer a actores como Julián Romea o bailadoras como Pastora Imperio o Rafael Gómez Ortega, apodado el Gallo.
Un templo el de San Sebastián, principal en el siglo XIX por su cercanía a la calle Atocha y que vive ahora un nuevo protagonismo, a pasos agigantados, ante el empuje del turismo en Madrid. Una iglesia que bien se pudiera convertir en lugar de peregrinación cultural a tenor de los genios que atesora.
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