El Madrid de
Juancho Conejo: «Por la música he tomado las decisiones más importantes»
El cantante y compositor del grupo Sidecars se sincera y cuenta cómo se encuentra la banda con seis discos a sus espaldas
Juancho, Ruly y Gerbass. O quizá les suene más el nombre de Sidecars. Los tres de Alameda de Osuna. Juancho, cantante y compositor, cuenta a LA RAZÓN los orígenes y la situación actual del grupo. «Estábamos en distintas clases y diferentes generaciones, pero coincidíamos en la inquietud de tocar en una banda».
Sus influencias llegan desde las distintas corrientes del rock and roll, y los tres compartían el gusto por españoles como Los Rodríguez, Andrés Calamaro o Los Ronaldos. «Los grupos de generaciones anteriores a la nuestra hacían el tipo de música a la que aspirábamos, cogimos su legado», pronuncia Juancho. Sin embargo, es bonito ver cómo las canciones evolucionan al ritmo de sus autores, compasando la madurez y aprendizajes que enseña el tiempo: «Cuando teníamos 18 años, los temas que escribía eran más inmediatos, más rápidos y más parecidos a lo que yo era entonces. Mi objetivo era salir, emborracharme, conocer chicas, y hacer todo eso que había visto que se hacía cuando perteneces a una banda de rock. Ahora, a mis 36 años, ya no soy el de entonces».
En el caso de Juancho, todas sus canciones tiran de sus vivencias y preocupaciones. «No tengo la capacidad de inventarme una historia que suene verosímil. Cuanto más sincero soy y más compromiso tengo con lo que cuento, más percibo que la gente lo hace suyo. Hago un ejercicio de honestidad o no conecto como quisiera», explica.
Con una discografía que recoge seis títulos, Juancho confiesa haber enriquecido cada uno del anterior: «Todos beben del disco previo, pues siempre recoges un gran aprendizaje que te prepara para lo siguiente. Poco a poco, he ido teniendo más peso e independencia en el proceso creativo. Vivir y conocer todos los entresijos de un estudio de música te aporta infinidad de historias y experiencias vitales».
Se dio cuenta muy joven que los únicos estudios a los que quería dedicarle tiempo eran los libros cubiertos de notas musicales. «Todo pasó a un segundo plano, yo solo quería coger la guitarra y tocar. Al final, la música me ha hecho tomar las decisiones más importantes de mi vida».
Los clásicos
«Hemos pisado todas las salas madrileñas, desde las más pequeñitas hasta las más jodidas». Nombra la sala Caracol, la sala Siroco; o garitos como Gruta 77; así como las largas noches en el Wurlitzer de la Gran Vía. En Vallecas, Hortaleza y en casi todos los barrios del sur.
Si barre para su tierra, Juancho nombra el parque de El Capricho como uno de los lugares más especiales donde pasear y evadirse. Y desde su perspectiva, tocar en Madrid es sentirse en casa, donde nació y donde más gente y convocatorias musicales ha habido. «Los conciertos en Madrid son los más multitudinarios, pero porque estoy contagiado por la carne y la cosa familiar que tengo ahí. Lo llamo ‘la audiencia del medio’, que aúna cosas del norte, un público que canta para adentro y me encanta, y del sur, un público caliente que canta y grita mucho».
Conexión con el público
Juancho no dispone de redes sociales propias, prefiere conservar su intimidad y no exponer demasiado su privacidad. No obstante, reconoce que son necesarias para el grupo y mantener un feedback con el público: «Intentamos ser activos en redes, eso sí, que nos salga de manera natural y orgánica. Yo no tengo mucho conocimiento en el manejo de estas, elegí salirme porque consumían gran parte de mi tiempo, pero reconozco que son muy útiles». Y si ya eran necesarias las giras musicales, la pandemia supuso un punto de inflexión que lleva al artista a afirmar que se han incrementado las ganas de vivir. «La gente sale con todo. Me gusta creer que ya no estamos tan centrados en guardarlo todo para después y nos lanzamos a vivir el momento».
El cantante se sincera y reconoce su admiración por otros artistas del gremio como Fito, Coque Maya, o el madrileño Rosendo, quien se lleva la corona en el universo del rock español. «Rosendo no está muy activo, pero trabajar con el sería un sueño. Una colaboración entre madrileños de la vieja y nueva escuela». Y aunque su último disco todavía no haya cumplido un año de vida, estén atentos, porque el cantante está horneando futuros sencillos.
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