Desde hace 84 años, durante dos semanas en primavera, Madrid se convierte en la capital española de la lectura gracias a la Feria del Libro. 3,2 millones de visitantes la visitaron el año pasado, según datos oficiales de la organización, lo que posiciona a este encuentro lúdico y cultural como uno de los mayores atractivos de la ciudad en junio.

Más allá de ser un evento cultural en el que librerías, editoriales y escritores comparten sus obras con lectores y visitantes, la Feria del Libro es un acicate para que madrileños y visitantes disfruten de otro tipo de tapas que no están en los libros; las tapas que ofrece la gastronomía madrileña.

Y en el entorno privilegiado del Parque del Retiro, el restaurante Arzábal Retiro, a solo unos metros de las casetas de la Feria, es la parada gastronómica imprescindible para quienes buscan completar su experiencia literaria con los sabores más castizos.

Arzábal Retiro se presenta como el maridaje perfecto de la Feria: un templo de cocina tradicional con un enfoque contemporáneo, que hace del producto y la estacionalidad sus pilares. Su carta, con clásicos como las croquetas de jamón ibérico, la ensaladilla rusa o los callos a la madrileña, ofrece un recorrido por los sabores más auténticos en un ambiente cálido y animado. Porque Arzábal Retiro no aparece en el mapa oficial de la Feria, pero sí está en el itinerario real de aquellos visitantes que quieren poner el broche de oro a una jornada entre libros disfrutando de una cocina de toda la vida.

Si estás preparando un reportaje que aúne libros y tapas, quieres más información sobre la compañía y su apuesta por la cocina castiza en entornos clave como el Retiro, el Santiago Bernabéu o el Mercado de San Miguel, o entrevistar a los fundadores del Grupo Arzábal, Iván Morales y Álvaro Castellanos, aquí nos tienes a tu disposición.