Madrid y Valencia ultiman la mascletá de la capital

Los ayuntamientos de Madrid y Valencia barajan tres ubicaciones para acoger una mascletá en la capital, mientras los técnicos valencianos trabajan para trasladar «todo el operativo» con las medidas de seguridad y distancia oportunas. Así lo ha asegurado este viernes la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, en declaraciones a los periodistas tras acudir al acto del Ayuntamiento de Madrid de homenaje por el centenario de la muerte del pintor valenciano Joaquín Sorolla, celebrado en el Museo Sorolla.

Almeida cumplirá así la promesa hecha a la regidora valenciana durante las pasadas Fallas, cuando el alcalde de la capital aseguró que si Catalá ganaba las elecciones, Madrid celebraría el famoso espectáculo pirotécnico. «Ya estamos preparando los valencianos todo el operativo para trasladar a Madrid, con todo el conocimiento que saben que tenemos de tantos años, las medidas de seguridad y las cuestiones de distancia que son oportunas», ha dicho Catalá, que ve en esta celebración «un hito para Madrid» que va encaminado a consolidar el eje cultural entre la capital valenciana y la madrileña. Así, la pirotecnia busca conquistar también al público madrileño trasladando el ruido autóctono del levante al centro.

Precisamente, cuestiones vecinales y de contaminación acústica serán los asuntos fundamentales que decantarán la balanza por una ubicación u otra. Sin duda, Madrid acoge así uno de los eventos festivos de mayor impacto de nuestro país, mientras intenta reforzar las festividades propias como San Isidro o las que se extienden por todo el mes de mayo.

De hecho, el pasado septiembre la capital también acogía la celebración típicamente bávara del Oktoberfest, al igual que organiza eventos con motivo del año nuevo chino o el día de San Patricio. Así el Ayuntamiento deja claro que Madrid es la ciudad de todos y que todo tipo de celebraciones caben en ella. A pesar de esta intención, siempre quedarán puristas que prefieran conservar la identidad de cada celebración en su ubicación original, como supuesta muestra de autenticidad. Sin embargo, ambos consistorios parecen estar de acuerdo en que la celebración de la mascletá en Madrid significa una hermandad sana, que no perjudica sino favorece a ambas culturas.