Entrevista

Pitingo: «Que Obama pregunte por mí pesa más que cualquier crítica»

El cantante se reencontrará con su público en el Wizink en noviembre, después de pasar dos años por tierras americanas y vivir experiencias

Tras su actuación en el Palau de la Música de Barcelona, Pitingo vive los últimos coletazos de su gira, la cual cerrará en el Wizink Center de Madrid el 15 de noviembre, después de pasar por Sevilla el 19 de octubre. El cantante celebra dos décadas de carrera en las que ha podido trabajar con los mejores músicos del mundo.

¿Pasar tanto tiempo fuera suma perspectiva?

Llevo ya dos años fuera, aunque ando siempre de ida y vuelta. Pero me siento profeta en mi tierra. No sería nadie sin mi país.

¿Con los años cuesta más llevar una carrera internacional?

Sí, va pesando. Pero, es la única forma de estar en contacto con mi público. Son las dos cosas que necesito, mi familia y mi público. Por eso tomé la decisión de marcharme a República Dominicana, llegaba a estar seis meses sin ver a mi mujer y mi hijo.

¿Se plantea participar en algún formato de televisión más allá de la música?

Me han ofrecido muchas veces proyectos como Masterchef, pero requieren mucho tiempo y con las giras no puedo comprometerme tanto. Además, lo que realmente me llena es crear y subirme a un escenario. Necesito el directo en mi vida.

¿Echa en falta festivales de otros géneros que no sean indie?

Yo me considero indie. No tengo compañía y mi mujer es mi manager. Más independiente que yo no hay nadie (se ríe).

¿Y le compensa ese camino?

Sí, no echo en falta ningún sello. He estado en todas las discográficas y de todas me he ido. Yo busco una meta y ellas buscaban su propia forma de hacerlo. Me siento más cómodo en mi equipo. No me importa tardar más si al final llego al destino que deseo.

Tiene anécdotas con personalidades como Barack Obama o Julio Iglesias. ¿Cuándo se ha sentido más impresionado por alguien?

Aún se me pone la piel de gallina al recordar cuando me llamó Roger Waters de Pink Floyd. Le mandé a tomar viento porque pensé que era una broma. Yo acababa de empezar en esto y aún estoy muy agradecido de que me ofrecieran ese trampolín de cantar junto a ellos, cuando apenas era un artista emergente de 20 años.

¿Ahora intenta devolver la oportunidad a los emergentes del panorama actual?

Sí. De hecho, ahora tengo más libertad que nunca para hacerlo. Pero también he rechazado a artistas muy importantes, pero con los que creo que no encajo musicalmente. No me pega cantar reggaeton. Ser honesto con mi música es lo primero. Soy orgánico. Soy gitano. No sé ni lo que es el Auto-Tune, aunque no critico a quien lo use.

¿Alguna vez le ha dolido sentir que era más reconocido en el extranjero que en su país?

Reconozco que tengo sentimientos encontrados. Me siento incapaz de reclamar algo a mi tierra, porque sin ella no sería Pitingo y no habría viajado por todo el mundo. Además, sigo viendo mis conciertos llenos, con padres que comienzan a traer a sus hijos. Pero, sí es verdad que a veces escucho cosas aquí sobre mí que no entiendo, pero siempre pesa más la gente que pregunta por mí, como Obama o Alicia Keys.

¿Con los años, ha reflexionado sobre si le favoreció ser un artista tan precoz?

Me fui del colegio a los 13 años, pero desde los 9 ya solo pensaba en música. Sentía que no tenía nada que ver con mis compañeros. Me sentía de otra época. Hoy en día no cambiaría nada.

¿Se siente reconocido por la industria?

Tengo discos de todos los colores. Me da igual si me nominan. Mi premio es que me sigan pidiendo fotos por la calle. No me fijo ni en las reproducciones de Spotify. El directo es lo que me hace respirar y seguir soñando.