Tráfico
Los radares de Sinesio Delgado multarán a partir del 15 de enero
Tras cuatro meses en período de aviso, estarán activos y las multas se elevan hasta los 600 euros
Una vez superados los cuatro meses del periodo de aviso, los radares de tramo en dos direcciones de la calle Sinesio Delgado, en el distrito de Moncloa-Aravaca, comenzarán a multar desde el 15 de enero, informaban ayer desde el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. El Ayuntamiento explica que el objetivo de la implantación de estos radares es reducir la velocidad en el recorrido controlado para disminuir la siniestralidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
De esta forma, la de Sinesio Delgado será la tercera ubicación en la que se implantan radares de tramo en la ciudad –junto al de doble sentido de la A-5, de 1.735 metros, y el de la avenida de Córdoba, exclusivamente en sentido salida, de 1.026 metros–, convirtiéndose en el más largo y el único que cuenta con controles de velocidad intermedios para captar los vehículos que entran por las vías de acceso. La velocidad máxima a la que se podrá circular estará limitada a 50 kilómetros por hora.
El radar de tramo de Sinesio Delgado en sentido Ciudad Universitaria abarca un total de 1.783 metros. La cámara de inicio está ubicada a pocos metros de la glorieta Piedrafita de Cebrero, a la altura de la zona deportiva de Ganapanes. El final del tramo está localizado poco antes de la intersección con la avenida de Miraflores. El punto de control intermedio se ubica a la altura de la intersección con la calle Valdeverdeja.
En sentido Castellana, el inicio del radar de tramo, que se extiende en 1.800 metros, se encuentra poco después de la intersección de Sinesio Delgado con la avenida de Miraflores; el final se sitúa antes de llegar a la glorieta de Piedrafita de Cebrero. El punto de control intermedio se ha instalado en la intersección de Sinesio Delgado con la calle Doroteo Benache.
Cierto es que el Ayuntamiento de Madrid ya estableció un periodo de aviso de cuatro meses desde el 15 de septiembre para garantizar que la información de la existencia de este nuevo control llegara al mayor número de ciudadanos y potenciar así la labor de concienciación para mejorar la seguridad vial de la zona. Así, desde el viernes 15 de septiembre hasta el 14 de enero de 2024 todos los titulares de vehículos que rebasen la velocidad máxima permitida han sido y serán informados mediante carta de la infracción cometida sin que acarree el pago de multa.
Las sanciones por rebasar los límites de velocidad, según recoge la Ley de Seguridad Vial, están tipificadas como graves o muy graves con cuantías que van desde los 100 hasta los 600 euros y la pérdida aparejada de dos y hasta seis puntos en el carné de conducir. La adquisición y puesta en marcha de los seis radares de tramo de Sinesio Delgado ha supuesto un gasto de 95.000 euros, de los que 80.000 han sido financiados por la Unión Europea con los fondos Next Generation EU.
Protestas motorizadas
En este contexto, la Asociación de Vehículos Afectados por Restricciones Medioambientales (AVARM) ha convocado para el próximo sábado en Madrid una «marcha motorizada reivindicativa» por autopistas y calles de la capital en protesta por las nuevas restricciones que entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2024 dentro del plan Madrid 360. A partir de las 11:00 horas del sábado, los participantes en la marcha motorizada se encontrarán en el aparcamiento de Valdebebas situado en el número 7 de la Avenida de las Fuerzas Armadas, y desde allí recorrerán autopistas y calles de Madrid sin entrar en zonas de bajas emisiones.
Así lo indica AVARM en un comunicado en el que explica que la entrada en funcionamiento de la nueva fase de la Zona de bajas emisiones «Madrid ZBE» (Madrid Total) «supone que desde el 1-1-24, unos 440.000 turismos de residentes en la Comunidad de Madrid que no pagan el IVTM -Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica- en la capital no van a poder circular por ninguna vía pública urbana de titularidad municipal del municipio de Madrid». Ello, refiere AVARM, generará «dificultades para llegar a centros de trabajo, hospitales, colegios, guarderías, clínicas veterinarias, comercios, talleres, hostelería, etc...».
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