Poder local

Torrejón de la Calzada, una «aldea gala» en Madrid con sabor chino

Es uno de los dos únicos pueblos madrileños de más de 10.000 habitantes en los que el nuevo alcalde será del partido local

Reportaje en Torreón de la Calzada. En las elecciones del 28M el Grupo Local Independiente Torrejón de la Calzada (GLITC) con David Blazquez Bao encabezando la candidatura que ha resultado ganadora. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 01 06 2023
Reportaje Torrejon Calzada. GLITC © Alberto R. Roldán / Diario La RazónAlberto R. RoldánFotógrafos

Martín tiene 82 años y es uno de los militantes más veteranos del Grupo Local Independiente de Torrejón de la Calzada (GLITC). Aunque ha pasado casi una semana desde las elecciones del 28 de mayo, en las que fue el «aguador en jefe», aún lleva la camiseta del partido. A las puertas de la sede de la formación, a pocos metros de la Casa Consistorial, se abraza al que será su alcalde a partir del 17 de junio, David Blázquez. Aún con la alegría en el cuerpo, el GLITC prepara la mudanza tras doce años en la oposición.

Estas no son las primeras elecciones que ganan los independientes de Torrejón desde que en 1995 debutaran en la política local. Sin embargo, la amargura que les dejó la pinza de PP, PSOE y Ciudadanos en 2019 hace que esta victoria parezca inédita. Aquel año ganaron con mayoría simple y la oposición en pleno se unió en una «coalición Frankenstein» para impedir que Blázquez gobernara. Los populares y socialistas no se apoyaron entre ellos, claro, sino que entregaron el bastón de mando a la aspirante naranja, que había quedado cuarta en número de votos. Esta vez ya no habrá nada que maniobrar porque el GLITC ha logrado siete de los trece concejales y se va a ocupar de administrar el pueblo en los próximos cuatro años.

Torrejón de la Calzada es una rareza de apenas nueve kilómetros cuadrados dentro de las localidades de más de 10.000 habitantes. Junto a Villalbilla, son los únicos en los que los locales han ganado a los visitantes, ya sean PP o PSOE. Blázquez, de 43 años, asegura que la satisfacción se multiplica por dos: «Es una experiencia muy emocionante y muy bonita ganar unas elecciones en tu pueblo y con unas siglas de un grupo independiente. Superar a los partidos nacionales tiene una doble satisfacción». Sentado entre Jesús Santos y Gloria Hijas, dos de sus lugartenientes, dice que la campaña ha sido muy, muy dura. «Es que esto son muchas horas que tienes que quitarte de tu casa, en mi caso de mi niño que mañana hace 2 años. Tienes un sentimiento de culpabilidad, pero estoy contento porque hemos hecho una campaña muy constructiva. En los pueblos se suele dar la provocación, te dicen cosas a través de las redes sociales, pero no hemos entrado a nada». Esperaban gresca el 28-M, que les taparan o escondieran las papeletas como en otras citas, pero esta vez, admiten, todo el mundo se comportó.

Reportaje Torrejon Calzada. GLITC © Alberto R. Roldán / Diario La Razón
Reportaje Torrejon Calzada. GLITC © Alberto R. Roldán / Diario La RazónAlberto R. RoldánFotógrafos

Torrejón de la Calzada (no confundir con Torrejón de Ardoz o Torrejón de Velasco) tiene a la entrada el complejo de desguaces más célebre de España. Propiedad de Luis Miguel Rodríguez, conocido por sus idilios con Carmen Martínez-Bordiú y Ágatha Ruiz de la Prada, da mucho trabajo al pueblo. Justo enfrente languidece a medio hacer una obra faraónica del empresario que debía albergar el mayor museo del automóvil de Europa y ha quedado paralizada por sus numerosos líos con Hacienda. Pocos metros más adelante, un enorme bazar simboliza otra de las especificidades de esta localidad, que es la de albergar, proporcionalmente, al mayor grupo de origen chino de la Comunidad de Madrid. Su proximidad al polígono de Cobo Calleja, situado en Parla, ha convertido a Torrejón en el lugar perfecto para vivir para una comunidad que busca tranquilidad y que, en general, no se mezcla mucho ni participa en la vida política y social de sus localidades de adopción.

Yan se ríe cuando se le pregunta si es verdad que los vecinos chinos tienen grandes casas y coches de alta gama, como dicen en el pueblo. Propietaria del gran bazar, esta mujer de 46 años asegura que «nadie regala nada, todo lo que quieras conseguir te lo tienes que proporcionar con tu esfuerzo». Procedente de ZheJiang, en la costa occidental de China, se expresa en un español suave, nada esforzado, que da fe de sus 19 años en nuestro país. De sus tres hijos, dos se encuentran en Londres estudiando Computación 3D. Mientras despacha en la caja registradora, cuenta que siempre tuvo muy claro que quería para ellos «una vida distinta, que tuviera otras cosas además de trabajar y trabajar. Menos mal que la mentalidad de los chinos está cambiando, no somos máquinas». Dicho esto, a Yan el pasado domingo ni siquiera le dio tiempo a votar porque tenía que estar al frente del negocio.

Reportaje Torrejon Calzada. GLITC © Alberto R. Roldán / Diario La Razón
Reportaje Torrejon Calzada. GLITC © Alberto R. Roldán / Diario La RazónAlberto R. RoldánFotógrafos

Los vecinos que pasan por caja le cuentan sus cosas y ella les pregunta con dulzura y diligencia. Pero la integración que demuestra parece, de momento, algo excepcional. Los tres miembros del GLITC con los que habló este periódico aseguran que no vieron a ninguno de los chinos con derecho al voto acercarse a depositar la papeleta. Cuentan que «pasan bastante desapercibidos y no se involucran mucho». En su campaña, guiada por el lema «Recuperemos Torrejón», no hubo ningún mensaje destinado a la población inmigrante. Sus prioridades, de momento, son las básicos: limpieza, seguridad y mantenimiento. «Es que en doce años solo ha habido un presupuesto y está recurrido. Hemos retrocedido muchísimo, sobre todo en los últimos cuatro años. La recogida de basuras no funciona, los parques y jardines están totalmente dejados, deteriorados, todo está en una situación precaria», asegura el futuro alcalde, cuyo sueldo será de 44.000 euros brutos anuales.

Una pequeña charla con los pocos vecinos que se encuentran en la calle corrobora las palabras de Blázquez. Carlos, natural de Parla, lleva dos años aquí, donde ha podido comprar un chalet con jardín por 250.000 euros. Mientras le corta el pelo un chico de origen marroquí, se queja de que «todo está hecho un desastre, muy abandonado, se nota que los que trabajan en el mantenimiento no son profesionales». Josefa, otra vecina que ha votado por el GLITC, se muestra esperanzada de que las cosas cambien. «Por lo menos son del pueblo, en los últimos cuatro años nadie ha hecho nada». Sentada frente a ella, Lin Chian le hace las uñas y escucha la conversación divertida. Lleva siete años en España y vive en el pueblo junto a su madre y varias amigas, aunque no puede votar y tampoco parece muy interesada en hacerlo. Eso sí, dice estar «encantada» en Torrejón, un sitio tranquilo donde nadie se mete con nadie.