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Medio Ambiente
Vida Plena
Evitar gases inoportunos. Los alimentos habituales que producen gases intestinales, a veces muy inoportunos, son: judías, coles, coliflor, nabos, ajo y cebolla, bebidas carbónicas y lácteos manipulados. Una o dos cucharadas de una infusión casera mezcla de comino, anís verde, alcaravea y canela será el remedio más natural para eliminarlos. También en los probióticos podemos encontrar remedio: miso, vegetales fermentados, kéfir o yogur de soja. Pero el combate empieza con la conducta al sentarse a la mesa: una actitud relajada, disolver pensamientos negativos y preocupaciones; una masticación firme y concentrada; nada de agua o cualquier otro líquido a sorbos o con pajita… Caramelos y chicles también producen gases, porque al chupar o masticar es inevitable tragar aire que acaba en nuestros intestinos.
¿Cómo se leen los aditivos en las etiquetas?
Con carácter general, hay que ponerse en guardia con aquellos envasados cuya lista de ingredientes es muy larga, señal inequívoca de que el alimento contiene muchos aditivos. Normalmente, los aditivos aparecen con abreviaturas y numerales. ¿Cómo interpretarlos? La letra E va acompañada de números: E-1 son los colorantes; E-2 los conservantes; E-3 los antioxidantes; E-4 los emulgentes y texturizantes; E-5 los reguladores de la acidez; E-620 a E-635 los saborizantes. E-901 a E-904 los recubrimientos y E-950 a E967 los edulcorantes. Algunos aditivos están encriptados bajo una E pero son de origen animal: E-120 cochinilla; E-441 gelatina bovina y porcina; E901 cera de abejas; E-913 lanolina; E-966 lactitul (lactosa) y E-1105 lisozima (clara de huevo).
¿Es peligroso el gluten?
Un organismo sano puede ingerir gluten sin problema, como cualquier otra proteína, descomponiéndola en aminoácidos que se absorberán y procesarán correctamente. Solo se debe eliminarlo ante una enfermedad celíaca u otro tipo de intolerancia detectada clínicamente.
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