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Medio Ambiente
José Miguel Viñas, meteorólogo: «Lo más probable es que pasen décadas hasta que acontezca algo como Filomena»
El clima ya no es una charla de ascensor. Y si no, que le demuestren lo contrario a José Miguel Viñas (Madrid, 1969), una de las voces más veteranas de la meteorología en España. Físico del aire y comunicador científico, fue el hombre del tiempo de Antena3 y trabaja para Meteored. En redes sociales, es todo un referente. Y su diccionario ilustrado «Conocer la meteorología» (Alianza Editorial) ya va por la segunda edición. La historia de la edad de hielo que congeló el Támesis o la definición exacta de DANA son algunas curiosidades incluidas en esta obra, que recoge casi 2.000 entradas.
¿Qué le impulsa a escribir un diccionario diccionario climatológico?
Por un lado, que no hay muchos diccionarios especializados, y la mayor parte de ellos tienen definiciones muy técnicas o que hacen aguas. En esos casos, he buscado mejorarlas o enriquecerlas. Por otro, quería hacer más digeribles algunos términos, y acercarlos a la sociedad. Y es que, a veces creemos que sabemos definir cosas sencillas, pero en realidad acabamos dando muchos palos de ciego.
¿Por ejemplo?
Estoy seguro de que, si lanzas una encuesta en la calle y preguntas qué es una nube, el 80% de la gente diría que es vapor de agua flotante. Pero una nube no es eso. Es justo lo que ocurre cuando el vapor de agua de la atmósfera cambia de estado y se acumulan gotas de agua microscópicas o cristales de hielo. Como cuando, en un día frío, te sale vaho de la boca. Siempre se expulsa vapor de agua al respirar, solo que si la temperatura no es baja o no hay humedad en el ambiente, no llegas a ver el vaho. Pues eso es lo que pasa en la atmósfera, a grandes rasgos.
¿El diccionario es para todos?
El libro tiene una estructura de diccionario, pero yo me empeñado en romperla un poco. He incluido terminología especializada enfocada a estudiantes o profesionales, pero también términos de andar por casa. En esencia, puedes consultarlo para encontrar una definición técnica o para descubrir una curiosidad sobre alguna palabra.
¿Como cuál?
En España tenemos un gran léxico que se está perdiendo. Y algunos localismos resultan de un juego etimológico curioso. Por ejemplo, el viento «amargacea» es una contracción y fue así bautizado porque se levantaba al final de la tarde, justo antes de ponerse el sol, y literalmente estropeaba las cenas de los labriegos al final de su jornada. Hay muchas palabras de este tipo, como «vendaval», que en realidad viene del francés y significa «el viento que viene de abajo». Se empezó a utilizar porque sabían que, cuando el viento venía del sur, era un viento fuerte.
¿Cuánto tiempo le lleva definir estas 2.000 palabras?
¡Mucho! Empecé a recopilarlas cinco años antes de la publicación del libro. Además, quise intercalar una historia divulgativa relacionada con alguna definición, como la Pequeña Edad de Hielo que, en la era victoriana, hizo que se congelara el Támesis, en Inglaterra.
¿Tendremos cada año una nueva Filomena?
De ocurrir dos nevadas de ese calibre dos inviernos consecutivos, las estadísticas climatológicas saltarían por los aires. Lo más probable –aunque el clima está cambiando– es que pasen décadas hasta que acontezca algo como Filomena.
¿Futuros proyectos?
Estoy escribiendo un libro sobre el cambio climático y los debates derivados: energía nuclear, macrogranjas... Como singularidad, contendrá pequeños textos de unas 40 personas que cubren todo el espectro social. Desde Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, hasta mi propio hijo. Pero también habrá algún cocinero famoso, un músico, un actor, un médico, un director de orquesta… para que el lector compruebe cómo el cambio climático es algo que nos toca a todos.
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