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Cepsa publica un exhaustivo estudio sobre el despegue del vehículo eléctrico

"¿Despegará el vehículo eléctrico en España en 2023?" es el título del nuevo informe en el que se analizan los retos de esta fórmula de movilidad

Coches eléctricos en Europa
Alemania destina 2500 millones en ayudas al desarrollo de infraestructura de recarga públicaAntonio CruzLA RAZÓN

En España la venta de vehículos eléctricos crece pero no tanto como lo hace en países de nuestro entorno como Alemania o Portugal. Así lo señala el nuevo estudio de Cepsa que bajo el título “¿Despegará el vehículo eléctrico en España en 2023?” analiza la situación y los retos a los que se enfrenta la implantación de esta nueva fórmula de movilidad.

“El despliegue de vehículo eléctrico no es homogéneo en toda Europa. En eléctricos puros, la cuota de ventas en 2022 en Noruega fue un 80%, frente a un 18% de Alemania, un 14% de Francia o un 11% de Portugal. España se situó entre los últimos, con el 3,8% que le otorgan sus 36.450 unidades vendidas”, indica el informe. España sigue aumentando su cuota de coches eléctricos en circulación, aunque más despacio que los países de nuestro entorno. En 2022, las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 20%, pero en Alemania y Francia crecieron más de un 100%. “En el conjunto del parque, el peso de los eléctricos es aún muy bajo. Hay 210.000 vehículos eléctricos, de los cuales turismos son 110.000 (0,4% del parque)”, continúa el informe. Sin embargo, apunta a que el 34% de los compradores españoles optaría por adquirir un vehículo eléctrico, frente a un 22% que compraría un diésel, según la Encuesta del Clima del BEI de 2022.

Uno de los retos pendientes para el despegue de la movilidad eléctrica se basa en que la infraestructura de recarga está lejos de los objetivos. En España, actualmente se encuentran operativos algo más de 16.000 puntos públicos (1,6 cada 100 km), muy lejos del objetivo de 110.000 para final de año. En cuanto a puntos ultrarrápidos, que son los que permiten viajes de largo recorrido, los ratios son menores. Según ANFAC, solo el 0,8% de los cargadores es ultrarrápido (potencia mayor de 150 kW). En el otro lado de la balanza se sitúan los Países Bajos (con 90.000 puntos) y Alemania (con 60.000), seguidos de Francia (38.000), Suecia (26.000) e Italia (24.000). “Estos dos países también son punteros en número de puntos de recarga cada 100 km (64,3 Países Bajos y 25,8 Alemania). Les siguen Portugal (24,9) y Noruega (20,4). En España el sector privado está impulsando el desarrollo de infraestructuras, pero más de 42.000 solicitudes se encuentran a la espera de tramitación, según el IDAE”, señalan desde Cepsa.

2023

Hasta ahora el despliegue de la movilidad eléctrica ha sido moderado y varias causas lo explican. Entre ellas, el elevado coste de los coches eléctricos y los cuellos de botella en la fabricación que pueden retrasar su compra en un contexto de inflación y pérdida de poder adquisitivo. La fiscalidad española tampoco está adaptada e “iguala los beneficios fiscales del eléctrico y el híbrido y no contempla desgravaciones por la electrificación de las flotas empresariales. Por su parte, los permisos para instalar puntos de recarga públicos pueden demorarse más de dos años y la falta de infraestructura disminuye el atractivo del vehículo eléctrico”, puntualiza el informe.

Sin embargo, 2023 puede ser, para la firma, un punto de inflexión a pesar de que queden retos pendientes. Algunas empresas energéticas han puesto recientemente en marcha sus planes de movilidad sostenible. Cepsa es una de ellas y trabaja para instalar, al menos, un cargador ultrarrápido cada 200 kilómetros en las principales carreteras y vías interurbanas. Además, “La implantación de Zonas de Bajas Emisiones y la Ley de Movilidad Sostenible impulsan la transición al vehículo eléctrico. Por otra parte, la revisión del PERTE VEC es una oportunidad para que el sector pueda acceder a la financiación necesaria para rentabilizar sus proyectos”, dicen desde Cepsa.