Sección patrocinada por sección patrocinada

Medioambiente

8 cambios para vivir en una Europa más ecológica

Pasar a un estilo de vida más ecológico es crucial para abordar la emergencia climática y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles

Pese a las recomendaciones de acabar la jornada a las seis para consumir menos en los edificios públicos, el Gobierno no escatimó energía y estuvo hasta última hora diseñando el plan de ahorro energético de hoy
El consumo energético será más eficientelarazon

Para avanzar en la llamada transición ecológica, la Unión Europea viene adoptado nuevas normas comunes, a través del llamado paquete “Fit for 55”, para disminuir la huella de carbono. El objetivo es reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero al menos en un 55 % para 2030. ¿Cómo influirán estas nuevas normas en la manera de vivir, trabajar y viajar de los europeos?. ¿cómo será la vida en la UE en 2030?

1. Energía más limpia para los hogares

Cualquier plan para reducir las emisiones en la UE debe empezar por reducir el impacto de carbono del sector energético, que alimenta edificios, industrias y transporte. Hoy en día, este sector representa el 75% de todas las emisiones de la UE.

Según las nuevas normas, en 2030 los europeos obtendrán el 42,5% de toda su energía de fuentes renovables, desde la solar y la eólica hasta la hidroeléctrica y la geotérmica. La energía renovable es barata de generar, se puede producir en la UE y se beneficia de recursos naturales gratuitos e infinitos.

Como hasta ahora el uso de energía renovable ha sido desigual en los distintos sectores económicos, las nuevas reglas pretenden establecer objetivos específicos para cada sector: por ejemplo, definir la proporción de energía renovable que se utilizará en los edificios o de hidrógeno renovable que utilizará la industria.

El cambio a energías renovables reduce las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético y también mejora la calidad del aire y la salud humana.

La nueva legislación también abordará, por primera vez, las emisiones de metano generadas en el sector energético, imponiendo límites más estrictos y haciendo obligatorio el seguimiento y la presentación de informes.

2. Los coches contaminarán menos

Los vehículos de carretera son actualmente la mayor fuente de emisiones del transporte en la UE, representando el 71% del total.

En 2030, las emisiones de los nuevos turismos y furgonetas deberán reducirse a la mitad de media en comparación con las de 2021. Cinco años más tarde, los nuevos turismos y furgonetas que se comercialicen en la UE deberán ser de cero emisiones.

Las nuevas reglas para ecologizar el sector entrarán en vigor por etapas, lo que dará a los fabricantes la oportunidad de adaptarse a ellas.

Los vehículos nuevos, ya sean eléctricos o propulsados por combustibles alternativos, como el hidrógeno, necesitarán lugares e infraestructuras para repostar y recargar combustible. Por eso hay planes para construir muchos más puntos de recarga y repostaje en toda la UE de aquí a 2030.

3. Los edificios no emitirán CO2

Los edificios son hoy responsables de más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Reducir las emisiones de los edificios, ya sea mediante un menor consumo de energía o un mayor uso de energía renovable, es crucial.

Las nuevas reglas propuestas establecen estándares de eficiencia energética más ambiciosos para edificios residenciales y no residenciales. Según esas normas, todos los edificios nuevos serían de cero emisiones en 2030 y los certificados de eficiencia energética para dichos edificios serían obligatorios.

Los nuevos edificios residenciales deberían contar con instalaciones de energía solar. También habrá un mayor número de puntos de recarga y plazas de aparcamiento para bicicletas y coches eléctricos.

La legislación también pretende alentar a los propietarios de inmuebles en toda la UE a renovar sus edificios, con el objetivo final de garantizar que todos los edificios de la UE sean de cero emisiones en 2050.

4. Materiales de construcción más ecológicos

La producción de cemento, acero y vidrio requiere grandes cantidades de energía y tiene un elevado coste ambiental. La legislación de la UE ofrece incentivos financieros para que estas industrias reduzcan sus emisiones.

De acuerdo con las nuevas reglas, se creará un mercado de carbono separado para cubrir a las empresas que venden combustibles fósiles para su uso en edificios, transporte por carretera y la pequeña industria.

Debido a los altos precios del carbono, existe el riesgo de que ciertas industrias con uso intensivo de energía aumenten su producción fuera de la UE , en países con políticas climáticas menos estrictas. Para hacer frente a este riesgo, conocido como “fuga de carbono”, los importadores de ciertos productos sujetos al mecanismo de ajuste fronterizo del carbono (CBAM) tendrán que compensar la diferencia en el precio del carbono a partir de 2026.

5. Electrodomésticos con menos consumo energético

Producir energía de forma limpia es solo la mitad de la batalla; no desperdiciarla es igual de importante. De hecho, ahorrar energía es la solución más rentable para un sector energético respetuoso con el medio ambiente.

Los electrodomésticos son sólo uno de los ámbitos a los que se dirige la legislación de eficiencia energética de la UE. Otras formas de ahorrar energía incluyen reformas a medida en los edificios para lograr un mejor aislamiento, la implantación de medidores inteligentes para los servicios públicos, la mejora del control y la certificación de los sistemas energéticos y los avances tecnológicos para reducir el consumo de energía en el transporte.

6. Volar con menos huella de carbono

En la actualidad, la aviación depende casi exclusivamente de combustibles fósiles. Los viajes en avión tienen un gran impacto en el historial de emisiones de la UE. Por ejemplo, un vuelo de ida y vuelta de Lisboa a Nueva York genera aproximadamente el mismo nivel de emisiones que un ciudadano medio de la UE que calienta su casa durante todo un año.

Con las nuevas normas, los proveedores de combustible para aeronaves deberán aumentar gradualmente la proporción de combustibles sostenibles (como combustibles sintéticos o biocombustibles avanzados) que distribuyen.

Los vuelos dentro de la UE seguirán estando incluidos en el sistema de comercio de emisiones de la UE, que ofrece incentivos a las aerolíneas para que reduzcan sus emisiones.

Para los vuelos desde la UE al resto del mundo, existe otra medida: las compañías aéreas deben compensar las emisiones de acuerdo con las normas definidas por la Organización de Aviación Civil Internacional.

7. Transporte marítimo más respetuoso

Además de fijar un precio al carbono para el transporte marítimo, las nuevas normas exigirán que los buques que hagan escala en puertos europeos y pesen más de 5.000 toneladas brutas (ya sean de carga o de crucero) reduzcan gradualmente sus emisiones al menos de aquí a 2030.

Al igual que la aviación, el sector marítimo utiliza predominantemente combustibles fósiles. La nueva legislación fomentará el uso de combustibles más sostenibles, en particular para los buques de mayor tamaño, que generan el 90% de todas las emisiones del sector marítimo. Se aplicarán algunas excepciones, por ejemplo, para los buques pesqueros.

Además, a partir de 2030 los buques amarrados deberán tener acceso a instalaciones de recarga en tierra para mitigar la contaminación del aire en los puertos, que suelen estar cerca de zonas densamente pobladas.

8. La naturaleza como aliada contra el cambio climático

Si bien la máxima prioridad es reducir rápidamente las emisiones, eliminar el CO2 de la atmósfera también ayudará a reducir nuestra huella de carbono y ayudará a la UE a lograr su objetivo de volverse climáticamente neutral.

Los árboles y otras plantas actúan como sumideros naturales que absorben CO2 de la atmósfera y lo capturan como parte de su fotosíntesis natural. Por eso, la UE se ha propuesto aumentar progresivamente sus sumideros naturales y se ha fijado un nuevo y ambicioso objetivo de aumentar la eliminación neta en un 25% en comparación con el nivel de eliminación alcanzado en la UE en su conjunto en 2019.