Cuidado del planeta
Cuidar los océanos para salvar el planeta
Los esfuerzos para protegerlos no son suficientes para salvaguardarlos
Este año, se celebra en la ciudad francesa de Niza, el Día Mundial de los Océanos, como antesala a la Conferencia sobre los Océanos organizada por Naciones Unidas, que reunirá en los próximos cinco días (9 al 13 de junio) a representantes de distintos países.
La singular coincidencia de dos importantes eventos oceánicos de la ONU ofrece una doble oportunidad para ampliar la visibilidad y los esfuerzos de colaboración en favor del océano.
La Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC 3), coorganizada por Francia y Costa Rica, busca acelerar y movilizar esfuerzos en la conservación y uso sostenible de los océanos.
Desde 2008, el 8 de junio es el Día Mundial de los Océanos tal y como lo designó la Asamblea General de Naciones Unidas, con el objetivo de sensibilizar a instituciones, entidades públicas y privadas, junto con la ciudadanía en general en torno a la importancia de cuidar un ecosistema que produce el 50% del oxígeno del planeta y absorbe el 30 % del dióxido de carbono que se produce en la tierra.
De acuerdo con Naciones Unidas, los océanos son intrínsecos a nuestra vida en la Tierra. Cubren tres cuartas partes de la superficie terrestre, contienen el 97 % del agua de la Tierra y representan el 99 % del espacio vital del planeta por volumen.
Proporcionan recursos naturales clave como alimentos, medicinas, biocombustibles y otros productos; ayudan a descomponer y eliminar los residuos y a reducir la contaminación; y sus ecosistemas costeros contribuyen a reducir los daños causados por las tormentas.
También constituyen el mayor sumidero de carbono del planeta y regulan el sistema climático mundial. absorben alrededor del 23% de las emisiones anuales de CO2 generadas por la actividad humana y contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático. Además, absorben el 90% del exceso de calor causado por el cambio climático.
Conforman el mayor ecosistema del mundo, albergan casi un millón de especies conocidas y presentan un enorme potencial científico sin explotar. Los océanos y la pesca siguen cubriendo las necesidades económicas, sociales y medioambientales de la población mundial. Se estima que el sector de la pesca marítima da empleo a 57 millones de personas en todo el mundo y constituye la principal fuente de proteínas de más del 50 % de la población de países menos desarrollados.
Cerca del 80 % del turismo se concentra en zonas costeras. Se calcula que la industria del turismo marítimo y costero genera 134.000 millones de dólares al año y, en algunos países, esta industria representa ya más de un tercio de la mano de obra. De no gestionarse de manera responsable, el turismo puede suponer una grave amenaza para los recursos naturales de los que depende, así como para la cultura e industria locales.
Datos alarmantes
Sin embargo, a pesar de que los océanos son un soporte vital para la supervivencia en la tierra, los datos son alarmantes. La contaminación marina está alcanzando niveles extremos. El plástico es el tipo de desecho marino más dañino. En la actualidad, el pH medio del océano es aproximadamente, un 30 % más ácido que en la época preindustrial. La acidificación de los océanos amenaza la supervivencia de la vida marina, perturba la cadena alimentaria y socava tanto los servicios vitales que prestan los océanos como nuestra propia seguridad alimentaria.
El calentamiento oceánico está alcanzando niveles récord, lo que provoca olas de calor generalizadas, amenaza sus ricos ecosistemas y destruye los arrecifes de coral de todo el mundo. A eello hay que sumar que décadas de explotación irresponsable de los recursos han provocado un nivel alarmante de degradación.
El aumento de los niveles de residuos en los océanos del mundo también supone un importante impacto medioambiental y económico. Se calcula que cada año llegan a los mares y océanos entre 5 y 12 millones de toneladas métricas de plástico, con un coste aproximado de 13.000 millones de dólares anuales, entre los que se incluyen los costes de limpieza y las pérdidas financieras sufridas por la pesca y otras industrias. Cerca del 89 % de los residuos plásticos encontrados en el fondo de los océanos son artículos de un solo uso, como bolsas de plástico.
Fuente inagotable de energía renovables
En este contexto, las energías renovables son cruciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático, que amenaza los océanos.
La capacidad de los océanos para aprovechar la energía de las mareas, las olas, las corrientes y los gradientes térmicos ofrece un potencial significativo para la producción de electricidad limpia y sostenible. La descarbonización del transporte marítimo y el desarrollo de tecnologías oceánicas limpias resultan también cruciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
En el ámbito europeo las empresas energéticas, buscan diversificar sus fuentes de energía renovable, incluyendo la eólica marina, como parte de su estrategia para aumentar su capacidad de generación de energía verde y cubrir las necesidades de descarbonización marcados a largo plazo en el horizonte 2050.
También los planes estratégicos empresariales, como en el caso de la energética Naturgy, presentado recientemente contemplan aumentar la capacidad de generación de energía verde a nivel internacional, incluyendo la energía eólica y proyectos de baterías para hibridación solar fotovoltaica, buscando un control más eficiente de la cadena de valor y operativa para mejorar la eficiencia en todos los activos renovables. Así mismo, contempla inversiones en redes de distribución y energías renovables, incluyendo la eólica marina.