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Europa

Decisiones energéticas, una prioridad para Europa

Los expertos coinciden en que el reto energético requiere decisiones pragmáticas que garanticen la sostenibilidad y la competitividad

Un momento de las jornadas
Un momento de las jornadasFundación Naturgy

La Fundación Naturgy y el Cercle d´Economía,han organizado una jornada para analizar en profundidad la situación del sector energético en la compleja coyuntura internacional que se está viviendo, desde una perspectiva nacional y europea, con el objetivo de aportar una visión integral sobre el futuro del sistema energético y su impacto en la economía y geopolítica.

En opinión de los expertos, que participaron en esta Jornada, es clave agilizar los procesos administrativos y crear un marco competitivo, predecible y alineado con Europa para que la industria pueda ser protagonista de la transición energética.

Para el director de Esade Center for Global Economy and Geopolitics, Angel Saz-Carranza, “estamos viviendo un mundo donde las instituciones que sustentaron la globalización están siendo superadas por Estados Unidos, lo que tiene implicaciones importantes para Europa y para España”.

Cambio de era

A su juicio, “entramos en una etapa en la que las disputas se resuelven en base al poder y no a las reglas, lo que genera desconfianza y barreras para las empresas y para la economía global”. Saz-Carranza recordó que desde 2010 asistimos a una “slow globalization” marcada por el estancamiento comercial y por un retroceso en la voluntad política de integración. “el auge de China, el populismo y la defensa de la soberanía nacional explican en gran medida este cambio de era, donde las instituciones multilaterales pierden peso y la competencia geopolítica se intensifica”, enfatizó Saz-Carranza

Subrayó además que este fenómeno tiene un impacto directo en la energía, un sector que “se ha convertido en un espacio central de rivalidad estratégica, con China dominando gran parte de las nuevas tecnologías gracias a su modelo de capitalismo de Estado”. Concluyó alertando que “la transición energética, lejos de ser solo un reto ambiental, se está convirtiendo en un terreno de disputa global, donde emergen tensiones por costes, acceso a materias primas y reparto de responsabilidades entre países”.

Por su parte, Klaus-Dieter Borchardt, ex director general de Energía de la Comisión Europea, puso el énfasis en cómo Europa debe afrontar un panorama energético transformado mediante el “Clean Industrial Deal”, que combina descarbonización, competitividad e innovación. “Se están planteando medidas para abaratar la energía, impulsar mercados de demanda limpia, flexibilizar la gestión eléctrica, mejorar la eficiencia, simplificar el marco normativo y movilizar grandes inversiones públicas y privada”. Para Borchardt esta estrategia europea “busca garantizar energía asequible, segura y sostenible, mientras se reducen la dependencia del exterior y se redefinen las alianzas geopolíticas”.

Decisiones urgentes y pragmáticas

En su intervención, Mariano Marzo, catedrático emérito de Estratigrafía y Geología Histórica en la Universitat de Barcelona, ha destacado que la transición energética en España ha sido “más aditiva que sustitutiva, con la única excepción del carbón y, por eso, tecnologías como la nuclear siguen siendo clave”. Recordó que “la apuesta por la electrificación y las renovables no ha dado los resultados esperados y, sin almacenamiento, hasta un 35% de la generación podría desperdiciarse en 2026”. También advirtió de los retos que representan la digitalización y la movilidad, con el suministro continuo de recursos que requieren los centros de datos o el incremento previsto de vehículos eléctricos

A juicio de Marzo, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) tiene “sesgos tecnológicos, mayor ambición que los objetivos europeos y pone en riesgo la competitividad industrial”. Por eso reclamó, “una hoja de ruta realista que combine sostenibilidad con competitividad, accesibilidad y seguridad”. “España y Europa necesitan decisiones urgentes y pragmáticas para garantizar la viabilidad industrial y el éxito de la transición energética”, concluyó,

La visión empresarial la aportó Elisabet Alier, presidenta de ALIER, S.A “la energía es un factor estratégico para la industria, ya que puede representar entre el 30 y el 50% de sus costes”. Estos costes, “colocan a la industria española en desventaja competitiva frente a Estados Unidos, China o incluso otros países europeos, donde los precios son menores”. En su opinión, esto supone “un riesgo real de pérdida de competitividad, de deslocalización, de menor capacidad para atraer inversiones y de mayor vulnerabilidad frente a la volatilidad de los mercados”.

Alier defendió que “la industria está comprometida con la descarbonización y con el impulso de las energías renovables, pero “necesitamos simplificar y acelerar los permisos, alinear la planificación renovable con la industrial, modernizar la red y facilitar la inversión en almacenamiento”.

El precio de la electricidad

En la apertura de la jornada, el director general del Cercle d’Economia, Miquel Nadal, ha destacado que “el precio de la electricidad en Europa es tres veces más alto que en Estados Unidos y el doble que en China”. Una realidad que ha atribuido a que “Europa es un continente pobre en recursos fósiles, históricamente dependiente de terceros países, y que además ha carecido de una política energética sólida y de suficientes interconexiones entre Estados”.

Para Rafel Villaseca, presidente de Fundación Naturgy,“nadie duda de la urgencia de actuar frente al cambio climático ni de la necesidad de avanzar en sostenibilidad, pero se ha tendido a simplificar en exceso los costes y las implicaciones reales de las renovables. “la transición, lejos de ser barata, tiene un impacto enorme en sectores industriales y en los ciudadanos, en un contexto de limitaciones presupuestarias y de tensiones geoestratégicas sobre materias primas críticas”.

Por su parte, Maria Eugenia Coronado, directora general de Fundación Naturgy, defendió la importancia de la divulgación para concienciar sobre su impacto en la competitividad, la seguridad, el desarrollo sostenible y el cumplimiento de los objetivos de descarbonización, que “difícilmente alcanzaremos antes de 2050”.

La palanca de la innovación

En el cierre de la jornada, la vicepresidenta del Cercle d’Economia y directora general corporativa de Colonial, Carmina Ganyet ha destacado que “la transición energética requiere de soluciones múltiples y diversificadas”, de ahí la importancia de combinar el llamado” mix energético”. En este escenario para Ganyet, “la innovación es la palanca que puede transformar estas soluciones que hoy son costosas o inmaduras en opciones viables y competitivas”.

Para finalizar, David Lizoain, director general de Análisis y Prospectiva Económica de la Generalitat de Catalunya, señaló que “cuando hablamos de energía, estamos hablando de seguridad” y que “si el principal deber de las administraciones públicas es garantizar la seguridad, la energía se convierte inevitablemente en una prioridad de país”. Para Lizoain, “la sostenibilidad es absolutamente fundamental para la seguridad humana y los costes de no actuar serán mucho mayores que los de invertir en prevención, adaptación y resiliencia”.