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Extra Aniversario

Renovables responsables: cuidar de la avifauna

De la recuperación de los cernícalos de la Catedral de Sevilla a la innovación para proteger a las especies voladoras en los parques eólicos, empresas como Iberdrola destacan por la protección de la avifauna

Aguilucho Cenizo en vuelo
Aguilucho Cenizo en vueloLa RazónLa Razón

Sin importar su tamaño, todas las aves del mundo ayudan al correcto funcionamiento de los ecosistemas. Además de su papel en la cadena alimentaria, contribuyen al proceso de polinización, son agentes importantes de dispersión de semillas y se alimentan de insectos, ayudando a controlar las plagas en jardines o granjas de forma natural. Para proteger su enriquecedora labor, la energía es capaz de unirse a «la bandada».

Desde el desarrollo de innovaciones en el tendido eléctrico y los molinos de viento hasta la reintroducción de especies en peligro, en España, Iberdrola es la empresa energética que más alto vuela en este ámbito. Una de sus últimas acciones para proteger la avifauna aterrizó el pasado mes de abril, con el objetivo de realizar un seguimiento sin precedentes del aguilucho cenizo que incluye, además de la localización de las parejas, una estrategia de salvamento de nidos. Y es que, es en este periodo del año cuando se inicia el cortejo.

La ejecución de esta iniciativa ha permitido que, en cada campaña, se salven entre 50 y 100 nidos de la especie solo en Extremadura –en colaboración con el Grupo Extremeño de Aguiluchos o GEA, por sus siglas–, según lo constatado durante los últimos tres años en los que lleva en vigor el acuerdo ligado a la fotovoltaica Núñez de Balboa, propiedad de Iberdrola.

Este año, además, se han iniciado los trabajos en Castilla-La Mancha. En concreto, en cuatro términos municipales de la provincia de Cuenca y, especialmente, en el entorno de los proyectos fotovoltaicos Romeral y Olmedilla. En esta zona, la encargada de la actuación es la asociación sin ánimo de lucro SEMBRIA, especializa en la dinamización del medio rural y en proteger la biodiversidad local.

El aguilucho cenizo es una rapaz migratoria muy ligada a los ambientes agrarios que, en los últimos diez años ha experimentado un declive de entre el 23% y el 27% en el número de parejas, sobre todo en el entorno agrario. Esta merma ha provocado que aparezca clasificada como «Vulnerable» en el Libro Rojo de las Aves y que, este 2023, haya sido nombrada por la ONG SEO BirdLife como «Ave del año».

El objetivo principal de los trabajos que impulsa la compañía eléctrica es conseguir la reducción de la mortalidad no natural que supone la recolección mecanizada del cereal, pues esta especie anida sobre el suelo en zonas de cereal alto. Los estudios incluyen el seguimiento de la población nidificante para localizar y proteger los nidos que las parejas establezcan en la zona agraria, delimitando un perímetro de seguridad que se mantendrá sin cosechar. También incluyen una jornada de sensibilización dirigida al sector agro.

Los cernícalos de Sevilla

Además, a través de Fundación Iberdrola España, se han llevado a cabo otras acciones recientes, como la recuperación del cernícalo primilla, una especie emblemática de Andalucía que alberga la Catedral de Sevilla, coordinado por SEO BirdLife. El estudio ha aportado datos inéditos sobre los movimientos migratorios y la fase reproductora de esta especie. En total, se han analizado cerca de 200 ejemplares, marcados con emisores solares GPS-UHF, lo que ha hecho posible la publicación de una monografía.

La iniciativa forma parte del Programa Migra, que ambas instituciones pusieron en marcha en 2011 y que incorpora las últimas tecnologías en sistemas de geolocalización y seguimiento remoto para conocer con mayor detalle los movimientos de las aves dentro y fuera de nuestro país. Desde entonces, se ha incluido a 1.350 aves de 36 especies distintas en el programa de investigación y conservación.

Como parte de este programa, Iberdrola ha dedicado más de 10 años al estudio al milano real en la Península Ibérica, declarado En Peligro de Extinción según el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Su seguimiento y análisis ha sido posible gracias al trabajo de la Universidad de Alicante, que recoge datos de 138 ejemplares marcados con GPS entre 2009 y 2020 para conocer sus rutas migratorias.

Además, desde abril, la planta fotovoltaica de Iberdrola en Bargas (Toledo), se ha convertido en un nuevo refugio para los cernícalos primilla. La compañía ha impulsado la construcción de un nuevo hogar destinado, en principio, a dos parejas de esta especie. La idea es que el primillar sirva para albergar futuras colonias y paliar la falta de lugares para la reproducción, una de sus principales amenazas.

A estos proyectos hay que sumar otras acciones como la iniciativa de reintroducción del águila imperial en Andalucía, que tiene su centro en las inmediaciones de la planta fotovoltaica Cespedera de Iberdrola. En colaboración con la Junta, la iniciativa ha logrado el traslado de las primeras crías a un entorno natural de Cádiz, donde se desarrolla con el fin de conseguir una población estable de esta especie, en peligro de extinción. En total, la compañía ya ha destinado 65.000 euros al proyecto.

Iberdrola realiza todas estas acciones en apoyo de la biodiversidad, como uno de sus principales ejes para lograr sus objetivos en la lucha contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y en la apuesta por la sostenibilidad, centrada en el desarrollo de energías limpias responsables con la naturaleza.