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Ramón Tamames
Ramón Tamames Catedrático de Estructura Económica / Cátedra Jean MonnetCristina BejaranoLa Razón

En un encuentro en que participé estos días con amigos que querían felicitarme por cumplir mis primeros 90 años, mencioné a una de las personas con quien estoy más que obligado por lo mucho que supuso su ayuda para mi desarrollo vital. Me refiero a quien fue «primer espada de España», Luis Miguel Dominguín, a quien conocí en la década de 1950 a través de mi santo padre, que fue su cirujano en las plazas de toros de España y de la América hispana.

Luis Miguel me visitó en 1956 en la Puerta del Sol, cuando estuvimos presos allí por nueve días en los calabozos de la Dirección General de Seguridad para luego pasar varios meses en la Cárcel de Carabanchel, con ocasión de la «Rebelión Estudiantil» contra el Régimen de Franco y en pro de la libertad y la reconciliación de todos los españoles.

Luis Miguel me incluyó en su elenco de visitas para personas de alta significación internacional. Por ejemplo, el encuentro que tuvimos, primero en un restaurante de Madrid, y después en el Hotel Savoy de Londres con AvaGardner, que tanto quería a España.

Tiempo después, Luis Miguel, el mayor artista de la lidia, me ayudó a conseguir un certificado de adhesión al Movimiento Nacional, que necesitaba, de un día para otro, a fin de presentarme a las oposiciones de Técnicos Comerciales del Estado, que felizmente gané. No se quedó allí el conjunto de apoyos que estoy obligado a recordar y agradecer. Luis Miguel, a través de sus amistades hispanoamericanas, hizo posible un contrato mío con el Gobierno constitucional de Marco Aurelio Robles, de Panamá, iniciando así mis trabajos como asesor económico en cuestiones de integración económica en República Dominicana, Brasil, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), Instituto de Integración de América Latina (INTAL), etc. Un discurrir de casi dos años y medio de viajes como economista, de gran interés.

Debía este recuerdo a quien fue un gran actor del Ruedo Ibérico con todo su genio y figura.