Motor

Audi RS6 Avant, para quienes lo quieren todo

Un gran espacio interior y una terminación sofisticada se complementan con un motor muy potente

Es un coche ideal para los que no quieren renunciar a nada. Manda la conducción deportiva, con su motor doble turbo que rinde seiscientos caballos. Pero no renuncia al espacio interior que ofrece un familiar y al confort de las grandes berlinas de la casa alemana. Además, este Audi RS6 Avant lleva un motor eléctrico para una hibridación básica, pero que le permite disfrutar de la etiqueta «ECO» y sus ventajas para la circulación.

Han pasado los tiempos en que un deportivo tenía que ser un biplaza. Y un ejemplo claro de ello es esta última evolución del RS6 de Audi, que incluye toda la sofisticación de los deportivos más extremos, pero en un entorno amplio que puede convertirse en cualquier momento en el coche de viaje de toda la familia. Porque su electrónica nos permite un viaje tranquilo y sosegado, e igualmente, disfrutar de sensaciones muy cercanas a la competición cuando decidimos pisar el pedal a fondo.

Esta doble personalidad se pone de manifiesto desde el primer golpe de vista. Estamos ante una carrocería de corte familiar. Grande en sus dimensiones, ya que mide casi cinco metros de largo y cerca de dos metros de ancho. En su maletero cabe de todo, ya que cuenta con una capacidad de 595 litros, ampliable hasta 1.680 cuando abatimos los asientos traseros. Y el acceso a la carga se facilita por las grandes dimensiones de su portón posterior. Sin embargo, no puede ocultar su personalidad en la estética. Le delatan todos los detalles. La amplia parrilla delantera y las grandes entradas de aire para ventilación de frenos, sus llantas de 22 pulgadas, los elementos aerodinámicos en la parte baja de los laterales, el deflector sobre el maletero, la doble salida de escape, los retrovisores en negro mate….

Y es que, cuando nos ponemos al volante podemos disfrutar de la confortabilidad de una gran berlina Audi y, a la vez, de las sensaciones de su hermano deportivo R8. Bajo su capot delantero monta un bloque V-8 de cuatro litros que, ayudado por un doble turbo, alcanza los 600 caballos. Con ello, las prestaciones se disparan. Por ejemplo, acelera de 0 a 100 en sólo 3,6 segundos y se pone a 200 en unos doce. La velocidad punta está fijada en 250 por hora, aunque dispone de un kit para poder atravesar la barrera de los trescientos si se quiere.

De igual forma que nos puede servir para ir cada día al trabajo, este RS6 se convierte en un coche de carrera hasta en el sonido, que puede ser más intenso y profundo. Porque dispone de todos los complementos para ello, como cuatro ruedas directrices y tracción total que se complementa con un diferencial central autoblocante que puede repartir fuerza desde la proporción clásica de 50/50 hasta un 15/85 en las situaciones más extremas. Todos estos controles están a disposición del conductor en dos grandes pantallas en el salpicadero. Es inútil describir todas las ayudas a la conducción y los sistemas de conectividad que incorpora porque, simplemente, los tiene todos.

Sólo un inconveniente lógico. Lo mejor nunca es barato. Estamos ante un coche para minorías, como queda claro al ver su precio final que se eleva hasta los 139.000 euros. Pero, para quien tenga ese dinero disponible, merece la pena.