Motor

BMW R18: Gran Boxer

Equipa el motor bóxer más grande fabricado hasta hoy por la marca y recupera el encanto de las auténticas cruiser

BMW R18
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Parece que no hay límites para BMW. Prueba de ello es la llegada al mercado de su nueva R18; una moto tan sorprendente por su particular diseño vintage como exclusiva en su personalización. Además, en el aspecto mecánico, la marca bávara la ha dotado con su característico motor bóxer (dos cilindros opuestos) sí, pero elevando su cubicaje a 1.802 cc; un motor que, por sí solo, pesa 110 kilos y que rinde una potencia de 91 caballos. Un despropósito, es lo primero que pensaremos, pero tiene su lógica en un modelo como este: una cruiser, en el que todas las sensaciones se concentran en el placer de conducirla -que no pilotarla- y, por tanto, lo de menos, para quién se suba en ella, serán sus prestaciones deportivas que, avanzamos: no las tiene ni desea tenerlas. Por esta razón, éste es un motor grande en cilindrada con un par máximo entre la 2.000 y 4.000 rpm, pero también comedido en cuanto a potencia; una mecánica nueva que se ha ubicado en una moto de serie pensada para viajar, no para correr.

Con el exitoso modelo NineT, BMW supo convencernos con una moto especial pero efectiva. Con esta nueva R18, se confirma que cuando esta marca quiere es capaz de realizar una especie de “revival” acudiendo a modelos de su ya larga historia en el sector de la moto; en este caso, en sus modelos de los años ´30 y ´40.

Solo observándola, se puede apreciar que en gran medida, el elemento principal de esta moto es su voluminoso motor. El chasis está compuesto por un bastidor simple realizado con tubos de acero que soporta el motor, la caja de cambios y la admisión, una construcción clásica, práctica y efectiva. Un depósito en forma de lágrima (como los utilizados en los modelos fabricados entre 1930 y 1939), todo ello unido a un asiento, a una horquilla telescópica convencional en el eje delantero y un sistema Cantilever compuesto por un solo amortiguador en el eje trasero, más los guardabarros envolventes que esconden llantas de radios y dos discos delanteros y uno trasero, más la profusión de elementos niquelados, es todo lo que precisa la nueva R18 para enamorar a un amplio segmento de mercado.

Como remate, facilitando la personalización de cada unidad, la R18 está disponible con estética Bobber: un solo asiento del tipo sillín y horquilla a la vista; del tipo Cruiser con su característico manillar elevado y asiento individual o también, con manillar bajo y asiento para pasajero. Vamos, tres opciones e infinidad de accesorios originales para conseguir una precisa personalización que se adapte a las expectativas de cada cliente.

Pero la R18, solo se la puede calificar de Vintage por su estética, ya que su modernidad mecánica y electrónica no es la habitual que en cualquier modelo de esta marca, pero dispone de lo preciso, evitando funciones que, incluso en otros modelos, apenas se utilizan. La R18 dispone de tres modos de conducción: Rain, “Roll y Rock” (sin duda, un guiño curioso para los auténticos motards…) También dispone de Control Automático de Estabilidad (ASC) desconectable y de Control del Par de Arrastre de Motor (MSR) ideal para conseguir una agradable velocidad de crucero y recuperación, cuando es necesario, del potencial del motor. Todo ello alojado en los puños y con información en el único reloj que conforma el cuadro, que incluye un gran velocímetro y una pequeña pantalla LCD que informa de los modos de conducción y de la marcha que tenemos engranada. Lo justo y necesario para gozar del placer de conducir una gran moto con un gran motor.