Dentro y fuera del asfalto
Si hay un icono en el mundo de los todoterreno ese es el Land Cruiser de Toyota. Un vehículo polivalente y casi irrompible que, a lo largo de muchas décadas, se ha ganado a pulso este protagonismo. Pero no es el único modelo competitivo 4X4 de Toyota que, con otras realizaciones, como los RAV4, Highlander o Hilux copa todos los niveles que se precisan. Desde el ocio familiar hasta los trabajos más profesionales.
Con ello la marca japonesa consigue dar a cada cliente lo que necesita. Desde la confortabilidad y elegancia del RAV4, que supuso una revolución cuando se presentó en su versión tres puertas y aún sigue siendo un coche muy apreciado en el mercado de segunda mano, hasta el enorme Highlander, que parece diseñado para satisfacer las necesidades de una familia aventurera. Los Land Cruiser están preparados para los terrenos más duros y son especialmente apreciados para los profesionales de la montaña y de los desiertos. Igual suben por un cortafuegos para reparar una línea de alta tensión que los encuentras en mitad del Sahara. Y la versión más de trabajo es la Hilux, un “pick-up” que se puede comprar con tres cabinas distintas: sencilla, doble o extra. Siempre para poder adaptarse a las necesidades de cada cliente.
Fue en 1951 cuando salía de fabricas el primer todo terreno de Toyota, inicialmente de uso militar, pero que se convirtió en dos años en el Land Cruiser de uso civil del que se han realizado una docena de evoluciones a lo largo de estos setenta años, con diferentes mecánicas y carrocerías. Y las cifras hablan por si solas, ya que se han vendido más de diez millones de unidades de este modelo en más de 170 países y se produce en tres factorías distintas.Presenta carrocerías de tres o cinco puertas. Por su parte, el Hilux nació en 1968 y disfruta ya de su novena generación. Los RAV4 y Highlander son de concepción más moderna. El primero nació en los años noventa y el segundo, con este siglo.
Fieles a la tradición de Toyota, estos 4X4 combinan motores térmicos con eléctricos, dentro de la política de la casa que lidera mundialmente la electrificación sobre ruedas. El RAV4 combina un motor térmico de 178cv. con dos motores eléctricos, uno en cada eje. El delantero de 88kw y el trasero de 40kw, para ofrecer así una potencia conjunta de 222 caballos. El Highlander, por su parte, eleva su potencia conjunta hasta los 248 caballos gracias a la combinación de un motor térmico de 190cv. y un eléctrico delantero de 134kw y otro trasero de 40kw. En el caso del Hilux, se propone una versión con motor diésel de 2,4 litros que rinde 150cv. o una versión que, con el motor de 2.755cc., llega a los 294 caballos. Esta misma planta motriz e idéntica potencia, es la que instalan los Land Cruiser.
En todos los casos nos encontramos con coches casi indestructibles y preparados para sortear las situaciones más duras fuera del asfalto. Gracias a sus tracciones totales permanentes, las reductoras, los diferenciales abiertos o centrales con bloqueo…. no hay terreno que se les resista. Tuvimos la ocasión de realizar pruebas duras y muy completas en todo tipo de situaciones, con subidas y descensos de ángulos inverosímiles, cambios de ejes, terrenos de piedras y troncos… y los resultados fueron siempre satisfactorios y con la sensación de que es el automóvil quien hace todo el trabajo y que no hay que ser un experto para superar cualquier situación por difícil que parezca.
En cuando al nivel de precios, los RAV4 empiezan en 37.400 euros; los Highlander en 52.000; el Hilux desde 29.350 y el Land Cruiser arranca en 40.000. Estas cifras pueden incrementarse a gusto de cada cliente, en función del equipamiento de acuerdo con las necesidades específicas que se necesiten porque la lista de opciones es bastante amplia. Porque Toyota quiere adaptarse al gusto de cada cliente con un modelo muy personalizado en cada caso.