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Misterio resuelto

Tras años buscándolo, República Checa acaba de detener al misterioso piloto de un Fórmula 1 que circulaba en carretera

Un monoplaza de competición venía desafiando las normas de circulación desde 2019

Tras años circulando, República Checa acaba de detener al misterioso piloto de un Fórmula 1 que circulaba en carretera Redes sociales

La policía checa ha capturado finalmente al misterioso conductor de un monoplaza que circulaba de manera ilegal por las autopistas del país. El vehículo, decorado con los colores de Ferrari, había generado múltiples denuncias desde 2019, culminando con su detención en el pueblo de Buk, ubicado a 60 kilómetros al suroeste de Praga.

El operativo policial se desarrolló tras seguir el vehículo de competición, interceptando al propietario, un hombre de 51 años, quien inicialmente se resistió a abandonar su monoplaza.

La escena del arresto resultó dramática, con el conductor discutiendo con los agentes desde su vehículo de competición, vestido con su traje y casco rojo. Los medios locales documentaron el momento en que finalmente fue conducido a la comisaría para ser interrogado.

La unidad resulta ser una Dallara GP2/08, un monoplaza originalmente diseñado para la serie GP2, categoría de preparación para Fórmula 1. El vehículo circulaba sin elementos de seguridad básicos como faros, intermitentes o placa de matrícula.

Las consecuencias legales para el conductor serán severas. Las autoridades le imputarán múltiples infracciones por circular en vías públicas con un vehículo que no cumple los requisitos de homologación. La gravedad se incrementa por las reiteradas apariciones documentadas desde 2019.

La familia del arrestado ha manifestado su sorpresa, calificando el operativo como desproporcionado y negando conocimiento sobre las infracciones de tráfico. Sin embargo, las pruebas de sus recorridos por la autopista D4, incluyendo un registro de repostaje, complican su defensa.

La detención representa el fin de una era de misterio en las carreteras checas, donde un monoplaza de competición se convirtió en una verdadera leyenda urbana, desafiando constantemente los límites de la legalidad vial.

El caso ilustra la complejidad de perseguir vehículos especiales que transitan por zonas no autorizadas, generando un precedente importante en la regulación de vehículos de competición en espacios públicos.