Movilidad
Citroën quiere hacer asequible el coche eléctrico
El nuevo C3 eléctrico ofrece una autonomía de 320 kilómetros y cuesta 23.800 euros. Además, prepara una versión más barata para ciudad
El coche eléctrico se enfrenta en el mercado español a dos problemas importantes: la falta de infraestructura de recarga y el precio elevado respecto a sus similares de combustión. El primer problema es responsabilidad del Gobierno y el segundo, de los fabricantes. Algunos, como Citroën, se esfuerzan en poner una tarifa más accesible como ocurre con el nuevo C-3 que, en su lanzamiento ofrecerá una mecánica eléctrica de 113 caballos, con una autonomía de hasta 320 kilómetros y a un precio en España de 23.800 euros.
El nuevo C-3 de la casa francesa, que llegará al mercado antes del verano del año que viene, ha cambiado totalmente su diseño, adaptando formas mucho más modernas. Con un frontal que, sin grandes entradas de aire y un diseño de líneas horizontales y faros estilizados, es verdaderamente innovador. Y con el logo de los chevrones clásicos de Citroën en el centro, que adopta una forma diferente, sin perder la esencia y tradición centenaria de la marca. El fabricante anuncia asimismo que, en ciertos mercados -y no se descarta que uno de ellos sea España- habrá una versión térmica con el conocido motor de tres cilindros y un centenar de caballos que ya estamos viendo instalados en otros modelos y marcas del grupo Stellantis. Asimismo, se anticipa la llegada de una versión también eléctrica con una batería más pequeña y menor autonomía, de 200 kilómetros, a un precio reducido a 20.490 euros.
La diferencia de la autonomía reside en la potencia de las baterías que instala, lógicamente. En el primer caso tiene 44 kW/h y con un cargador de potencia media es capaz de recuperar del 20 al 80% de la energía en menos de media hora. O emplear cuatro horas en un enchufe doméstico. La base del coche es la plataforma “smart car” del grupo, que coloca las baterías en toda la parte baja del chasis, mejorando así el centro de gravedad y sin restar espacio al maletero. Se trata, por tanto, de un automóvil del segmento B concebido especialmente como coche urbano. Con una autonomía suficiente como para utilizarlo varios días por ciudad sin necesidad de recarga o para completar viaje de distancia media. Ello supondrá un buen ahorro para los propietarios, ya que la marca calcula un coste de un euro por cada diez kilómetros. Sus prestaciones son buenas para su categoría, ya que acelera de cero a cien en 11 segundos y alcanza los 135 por hora de velocidad máxima.
Este C-3 supone todo un reto para Citroën dada la importancia que tiene el modelo para la marca francesa. Hay que tener en cuenta que, desde la salida de la primera generación hace ahora veinte años, se han vendido más de 5,6 millones de unidades y representa el 29 % del volumen de ventas europeo de esta firma y representa el 11% de las ventas de este tamaño de coches en Europa. Y para mantener este éxito se ha atrevido, en su cuarta generación, a hacer un coche totalmente diferente, siguiendo las últimas tendencias de diseño. Es decir, adaptándose a la demanda que pide carrocerías SUV. En este segmento, las medidas tienen que ser compactas. Y ha logrado un coche cuya altura es mayor que en anteriores versiones, pero que, además, casi con idénticas medidas, ha conseguido una mejor habitabilidad interior. Mide 4,01 de largo por 1,76 de alto. Es un cuatro puertas con cuatro plazas amplias, en el que pueden caber hasta cinco personas, y con un maletero suficiente, de 310 litros, que se puede ampliar abatiendo los respaldos de los asientos posteriores. La mayor altura de la carrocería y su mayor elevación de tres centímetros sobre el suelo, siguiendo la técnica de los SUV, hacen que la acción de entrar y salir del vehículo sea mucho más fácil.
En la terminación interior se optado por la simplicidad de las formas. La mayoría de los materiales utilizados son reciclados y el conductor nota, tras al volante multifunción con la parte superior e inferior achatado para mayor facilidad de uso, la ausencia de un cuadro de instrumentos tradicional ya que utiliza por primera vez un nuevo “head-up display” que refleja la información del vehículo en una sección negra brillante situada entre la parte superior del salpicadero y la parte inferior del parabrisas. En el centro del salpicadero encontramos una pantalla de 10,25 pulgadas con todas las informaciones complementarias y con conexión para que los ocupantes accedan a la música, la radio, las llamadas y la navegación a través de su propio dispositivo móvil compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Está además equipado con los principales sistemas de ayuda a la conducción, como pueden ser freno de seguridad activo, cambio involuntario de carril, alerta de atención del conductor, reconocimiento de límites de velocidad con lector de señales, freno de estacionamiento eléctrico, cambio de luces automático, sensores de aparcamiento con cámara trasera… El nuevo C3 eléctrico estará disponible para sus clientes europeos en una gama simplificada de solo dos versiones: la básica You y Max, con mayor equipamiento.
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