Movilidad
Más de la mitad de los madrileños están afectados por las zonas de bajas emisiones
22 municipios de la Comunidad de Madrid preparan la implantación de las ZBE obligadas por el Gobierno, a pesar de que perjudican a la movilidad de los vecinos
Más de la mitad de los habitantes de la Comunidad de Madrid han tenido que modificar sus hábitos de desplazamiento por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que se han impuesto en la capital de España y muchos de ellos se han visto perjudicados en sus labores profesionales al no disponer de vehículos con etiquetas válidas para entrar en estas zonas restringidas. En una situación económica difícil, la compra de un nuevo vehículo con etiqueta Eco o Cero puede ser un problema inasequible debido a los altos precios que suelen tener estos automóviles.
El pasado 1 de enero entró en vigor la norma aprobada por el Gobierno de España que obliga a los municipios españoles de más de 50.000 habitantes a implementar Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Madrid fue pionera en España y dispone de zonas de circulación restringida desde el 22 de septiembre de 2021. Con esta norma europea, aceptada por el Gobierno de Pedro Sánchez, 22 municipios de la Comunidad de Madrid deberán elaborar Planes de Movilidad Urbana Sostenible que incluyan estas ZBE.
Es cierto que muchos ya tienen redactadas las ordenanzas, pero a pesar de ello aún no han confirmado cuando se pondrán en marcha. No obstante, dado el recorrido de la ZBE de la capital, no es de extrañar que solo un 25% de los habitantes de la Comunidad Madrid no sepa qué son las ZBE y que solo un 18% desconozca en qué les afecta su implementación. Así lo revela un estudio llevado a cabo por el Foro de Movilidad de Alphabet, compañía de gestión de flotas y movilidad corporativa.
Este año 2023 ha traído consigo novedades para la movilidad urbana. Desde el pasado 1 de enero, la Ley de Cambio Climático redactada por el Gobierno Sánchez exige a algo más de 150 municipios españoles implementar Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). La norma establece que los municipios de más de 50.000 habitantes, los territorios insulares y los municipios de más de 20.000 habitantes que superen los valores límite de contaminantes regulados deben adoptar de forma gradual planes de movilidad urbana sostenible que introduzcan medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones de la movilidad incluyendo, entre otros, el establecimiento de zonas de bajas emisiones.
Los madrileños tienen muy claro qué suponen las ZBE. De hecho, los habitantes de la capital son de los españoles que más conocen sus implicaciones: un 78%, 5 puntos porcentuales por encima de la media nacional, y solo por detrás de barceloneses y ovetenses. Si incluimos a los habitantes de los municipios de alrededor, la cifra incluso se incrementa hasta el 82%.
La implementación de las Zonas de Bajas Emisiones conlleva que los vehículos más antiguos no puedan acceder al centro de las ciudades. En este sentido, con un parque móvil cuya edad media se sitúa por encima de los 14 años, muchos de los automóviles que circulan actualmente por el centro de las ciudades ya no podrán hacerlo. De hecho, uno de los criterios definidos para poder acceder es el tipo de distintivo ambiental de los vehículos y, según los resultados del estudio llevado a cabo por Alphabet, los madrileños son los españoles que mayor conocimiento tienen de las mismas, con un 88% para los habitantes de la capital y un 93% para aquellos que residen en los municipios con una de más de 50.000 habitantes.
Como resultado de este escenario, un 17% de los habitantes de la capital considera que tendrá que adquirir un vehículo más sostenible para acceder al centro de su ciudad. De los que valoran esta opción, un 4% se decanta por un vehículo híbrido y un 3% por uno totalmente eléctrico. En el caso concreto de los habitantes de los municipios, el porcentaje de personas que considera que tendrá que adquirir un vehículo más moderno asciende al 21%, aunque 7 puntos porcentuales menos que la media nacional.
La entrada en vigor de las ZBE no solo tiene un impacto en el tipo de vehículo a adquirir en el futuro, sino también en el cambio de los hábitos de movilidad de los ciudadanos. Así lo declara un 51% de los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, que se consideran los españoles más afectados por ellas, estando 18 puntos porcentuales por encima de la media nacional. En el caso de la capital, la cifra desciende hasta el 35%.
El estudio llevado a cabo por Alphabet confirma que tanto los habitantes de la capital como los del resto de la comunidad se muestran preocupados por el exceso de contaminación en el aire de sus municipios. Así lo afirman el 71% de los encuestados en la Comunidad de Madrid, aunque entre los habitantes de Madrid ciudad la cifra asciende al 83%. Además de la implementación de las ZBE, los habitantes de la Comunidad de Madrid consideran que existen otras medidas para mejorar la calidad del aire. La que perciben como más interesante, con un 79%, es el fomento del transporte público (abonos gratuitos, más líneas, mayor frecuencia…). Los madrileños apuestan a continuación por aumentar los planes de ayudas para la compra de vehículos eléctricos (62%), seguido de la instalación parkings cerca de la entrada a las ciudades (59%). Solo un 7% se decanta el pago de peajes (aun así, son los españoles que más han elegido esta opción, solo por detrás de los cántabros) y un 3% por aumentar el precio del estacionamiento regulado.
Sobre los motivos que han llevado al Gobierno a crear las ZBE, un 73% de los residentes de la Comunidad madrileña cree que responden a motivos medioambientales, seguidos de aquellos que consideran que su puesta en marcha tiene como fin mejorar la salud de los ciudadanos (34%). Un 30% opina que persigue fines políticos y un 24% fines recaudatorios.
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