Vuelven las grandes berlinas de representación, donde el lujo y las prestaciones se encuentran en un nivel superior. La fiebre de los SUV parece que ha tocado techo y los diseñadores trabajan ahora sobre otras líneas en las que confluyen la elegancia de formas, el espacio interior y también una altura al suelo que le permite desplazarse por cualquier camino. Y todo ello con una tecnología de última generación, como vemos en el último modelo presentado por DS, denominado Número 8.

Un automóvil de lujo que mantiene en muchos aspectos la sofisticación de los primeros DS que supusieron una auténtica revolución cuando salieron al mercado hace ahora setenta años. Tanto por fuera como por dentro la marca se ha propuesto reflejar todo el «savoir faire» parisino, para verter sobre cuatro ruedas toda la experiencia de la capital francesa que es, a la vez, la capital de la moda y de la elegancia. Algo que se deja notar desde el primer golpe de vista con una carrocería fastback de línea innovadora que es especialmente acertada en su parte posterior, con una gran quinta puerta descendente que consigue obtener un coeficiente aerodinámico de solo 0,24 y da acceso a un amplio maletero de 620 litros en un espacio profundo de 1,16 metros que permite transportar objetos largos sin necesidad de abatir los respaldos de los asientos traseros. El frontal destaca por sus faros led situados en la parte más alta y los dos luces verticales muy características y que se replican en la trasera. Sus dimensiones son 4,82 metros de largo, 1,90 metros de largo y 1,58 metros de altura, con llantas de 19 a 21 pulgadas según la versión elegida. Un diseño de representación, como lo demuestra el hecho de que ha sido elegido como automóvil de uso por el presidente de la República Francesa.

El interior consigue el ambiente de un gran salón amplio y cómodo gracias a sus 2,90 metros de distancia entre ejes, con asientos de alcántara y napa con todos los reglajes eléctricos y otros materiales totalmente reciclables. En el salpicadero tenemos una gran pantalla flotante de 16 pulgadas en la que podemos acceder todas la informaciones del entretenimiento, con todas las conexiones. Y tras el volante, con brazos en forma de X, hay otra pantalla de información mecánica con el nivel de carga eléctrica y consumo, además de verse los datos más básicos reflejados en el cristal para no quitar la vista de la carretera. Todo el interior da una sensación de gran amplitud, ampliada por el techo de cristal panorámico. El sonido es impecable gracias a los 14 altavoces y no faltan otros detalles como puertos USB o cargadores de móvil. Como es habitual, cuenta con todas las ayudas a la conducción habituales y cámara de 360 grados de visión. Las baterías son de 97,2 kwh y sus motores pueden rendir 230, 245 o hasta 350 caballos, este último en la versión de cuatro ruedas motrices. Y tiene un sistema que, en caso de necesidad, apretando a fondo el acelerador nos proporciona 25 caballos adicionales en un instante. Con estos niveles de potencia y de carga se consiguen autonomías de hasta 750 kilómetros en tráfico urbano y de medio millar de kilómetros circulando por autopista a 120 por hora.

El comportamiento en carretera es brillante para una berlina de estas dimensiones. Especialmente en el caso de la versión de cuatro ruedas motrices y 350 caballos en la que la aceleración es impresionante, como en todos los eléctricos. Pero en este caso, pasa de cero a cien por hora en menos de cinco segundos y medio y recorre el primer kilómetro en 25,5 segundos. Las versiones menos potentes también aceleran con fuerza, como lo demuestra el 0 a 100 en 7,7 segundos. En todos los casos, la velocidad máxima está limitada a 190 por hora. En autopista la confortabilidad es su principal virtud, con un comportamiento brillante y una estabilidad muy destacable a pesar de que todo el conjunto da en la báscula 2,1 toneladas. En carreteras de montaña, se nota una diferencia de estabilidad lógica entre las dos y las cuatro ruedas motrices, con un tren delantero que mantiene la trayectoria, aunque forcemos las trazadas de las curvas. Por lo que se refiere a la recarga, en un cargador potente recupera del 20 % al 80 % de sus baterías en 27 minutos. A través de la aplicación Free2Move Charge, del grupo Stellantis se puede acceder a una red de más de 800.000 puntos de recarga en toda Europa, de los cuales más de 135.000 son de recarga rápida. El precio del DS Número 8, que se venden en terminaciones Pallas y Etoile, arranca en 57.000 euros en el caso de la versión menos sofisticada.

El Número 8 supone la culminación de la gama de la marca DS que renació en 2018 con el DS7 y que desde entonces ofrece modelos diferentes para todas las necesidades de tamaño de los clientes, pero siempre cuidando el lujo y la terminación. Los DS3, DS4 o DS9 son algunos ejemplos y seguirá en breve el DS número 4. Casi el 90% de sus productos se venden en Europa, donde se presenta como un claro competidor de marcas de prestigio como BMW, Audi o Mercedes.