DGT
¿Qué es el ‘efecto túnel’ y cómo afecta a nuestra conducción?
La Dirección General de Tráfico (DGT) compara esta reducción de la visión periférica con lo que ocurre con el consumo de alcohol
No parece necesario recordar -por millonésima vez- que circular a una velocidad excesiva es realmente peligroso. Sin embargo, vamos a hacerlo: conducir a una velocidad excesiva es uno de los factores de riesgo más importantes de la carretera, sólo por detrás de las distracciones al volante y el alcohol. Los tres factores que hacen que conducir a altas velocidades sea tan peligroso son: en primer lugar, que la distancia a la que somos capaces de reaccionar ante cualquier imprevisto en la carretera es mucho menor, en segundo lugar, que las consecuencias de cualquier colisión son mucho más graves que si la colisión se produce a una velocidad prudencial y, por último, por el poco conocido ‘efecto túnel’.
¿Qué es el efecto túnel?
En esencia, el efecto túnel se refiere a la relación inversa que existe entre la velocidad de conducción y el campo de visión. Cuanto más rápido circula un vehículo por la carretera, menos espacio visual es capaz de captar el ojo del conductor. O sea, que si ocurre algo fuera de ese campo de visión, aumenta sustancialmente el riesgo de sufrir un accidente de tráfico… porque no vamos a verlo venir.
En una autovía o autopista, a medida que aumenta la velocidad, las señales de tráfico y el resto de vehículos son más difíciles de distinguir. En una vía urbana, lo que "desaparece" de nuestra vista son los peatones. Por si esto fuera poco, también podemos recordar lo que decíamos antes: la velocidad del vehículo también reduce nuestra capacidad de anticipación y reacción, y hace que una eventual colisión sea notablemente más grave.
El campo de visión de los seres humanos en estático es de aproximadamente 180º. Sin embargo, a medida que aumenta la velocidad, ese ángulo se va cerrando. A una velocidad reducida, de unos 35 km/h más o menos, la visión del conductor abarca unos 104º en el eje horizontal; a 65 km/h, el campo de visión cae hasta los 70º y a los 100 km/h se reduce hasta 42º.
La situación se vuelve de alto riesgo cuando se superan los límites legales en las carreteras españolas. A partir de los 130 km/h, el ángulo de visión se cierra hasta los 30º y fuera de este túnel se pierde toda la nitidez. A velocidades más elevadas, como 150 km/h, el campo se hace todavía más pequeño, y los conductores apenas pueden percibir lo que ocurre dentro de los 18º centrales de su visión. Ni que decir tiene que conducir a estas velocidades es muy desaconsejable… y no sólo por la multa que nos puede caer.
Para evitar el efecto túnel, es importante moderar la velocidad de conducción, respetando siempre los límites de velocidad impuestos por la Dirección General de Tráfico para cada tramo de vía. De esta manera, el campo de visión será el adecuado, y si los conductores respetan la distancia de seguridad con el vehículo de enfrente y el sistema de freno de su coche funciona como debe, podrán reaccionar a tiempo y con seguridad ante cualquier imprevisto que pueda surgir en la carretera.
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