Durante todo el año estamos acostumbrados a desplazarnos. Para ir a clase, para llegar a la oficina o para realizar una escapada; si tienes carnet de conducir, tu coche es tu mejor aliado. En los meses de verano, con la temporada vacacional en alza, es normal que los desplazamientos se multipliquen, haciendo que el vehículo pase de ser un aliado a un útil indispensable para sobrellevar la jornada y ahorrar tiempo.

Conducir durante mucho tiempo, además de provocar cansancio, va a desencadenar obviamente que el combustible se agote antes, haciendo que no nos quede más remedio que ir hasta la gasolinera más cercana a reponer el suministro. Ya sea que acabas de empezar a conducir o llevas años al volante de tu propio coche, resulta más que curioso saber que es recomendable no llenar el depósito hasta los topes. Estos motivos son recomendables para todo el año, pero es importante recordarlos especialmente en verano, la época en la que más conducimos.

Nuestro bolsillo y nuestra salud ganan

Iván Mingo, experto y responsable de Motor del periódico El Debate, ha hecho especial énfasis en dos razones de peso que motivan a no llevar a cabo esta práctica. La primera de ellas, por cuestión de seguridad, consiste en que al llenar el depósito al máximo aumentan las probabilidades de que se pueda salir algo de combustible al maniobrar en curvas. "Este combustible puede incluso llegar a estropear la pintura del coche", explica Mingo.

Y en segundo lugar se encuentra una justificación aún más importante. Cada vehículo posee su propia válvula de seguridad conocida como canister. Este mecanismo impide que entren olores a combustible al interior del automóvil, pero si está lleno es complicado garantizar su debido funcionamiento. Por estas dos razones, es imprescindible que en los meses de verano, cuando más fatiga hay y más nos desplazamos, no llenar hasta la boca el depósito.