SEAT cumple 70 años de historia en la motorización de España

Se cumplen en estos días 70 años del primer 1.400 producido en la fábrica de SEAT de la Zona Franca de Barcelona, solo tres años después de la creación de la marca española como sociedad. Una berlina construida bajo licencia de Fiat que supuso el primer coche de lujo de la postguerra. Sus cuatro puertas, amplio maletero y cinco plazas, representaban el máximo nivel de automoción posible en aquellos años. Una primera versión denominada A, a la que posteriormente le sucedería la versión B que se distingue en su estética por su faro central en la parrilla delantera. La evolución C ya cambió completamente, incorporando una carrocería de formas rectilíneas que posteriormente incorporó un motor superior y pasó a denominarse SEAT 1.500.

El emblemático modelo marcó el inicio de la historia de la compañía, que posteriormente lanzó vehículos más accesibles para poner a España sobre ruedas, y sentó las bases del futuro de la compañía Sociedad Española de Automóviles de Turismo (Seat S.A.) que hoy conocemos.

20 millones

La primera línea de montaje se inauguró el 5 de junio de 1953, y a finales de ese año la plantillaba ya constaba de 925 trabajadores. Desde entonces, en estas siete décadas, la compañía ha fabricado más de 20 millones de vehículos y, solo en la planta de Martorell, tras 30 años de funcionamiento, se han fabricado más de 12 millones de automóviles de 45 modelos diferentes.

Cuando el SEAT 1400 se presentó en 1953, abrió el camino a unos niveles de movilidad superiores, con la estilizada imagen de un vehículo europeo y el lujo y la elegancia tan apreciados en los automóviles de la época. Para los directivos de hoy, el actual modelo León retoma el espíritu de aquel primer vehículo de la marca y lo materializa en uno de los coches más avanzados que hayan salido nunca de las líneas de producción de la empresa en sus instalaciones de Martorell. Pero ¿cómo han evolucionado el diseño y la ingeniería en el transcurso de estos 70 años?

El diseño ha evolucionado tanto como las necesidades de los clientes han cambiado. En los años cincuenta prevalecía el uso de los cromados, los faros delanteros redondos de gran tamaño, los más reducidos pilotos traseros, o las elegantes curvas de los grandes paneles de chapa. Hoy, prima el trabajo conjunto entre ingenieros y diseñadores para maximizar la aerodinámica, la seguridad, el dinamismo, la visibilidad, y el confort. El León aporta una estética más limpia y definida, con una iluminación completamente de faros LED de gran alcance y luz blanca para no agotar la vista, una gran habitabilidad sin comprometer el tamaño exterior, y donde no se perciben los muchos dispositivos tecnológicos escondidos a lo largo y ancho de la carrocería.

En el interior, las butacas corridas han dado paso a unos asientos envolventes capaces de hacer cómoda la conducción a lo largo de muchos kilómetros, manteniendo siempre el cuerpo pegado al asiento para priorizar la seguridad. Asimismo, el maletero del 1400 era grande, pero la rueda de repuesto ocupaba gran parte de su volumen. Hoy, el piso más profundo del León y los huecos específicos para la rueda de repuesto -de tamaño original de galleta como se llama comúnmente-, así como el más compacto sistema de sonido, les permite ofrecer una capacidad de maletero mucho más amplia para el escaso voladizo de su carrocería. Y si es necesario más espacio, siempre está la posibilidad de la versión familiar Sportstourer con un volumen de carga de 620 litros. Aunque también es cierto que el 1.400 tuvo versiones familiares, de producción escasa y hoy muy buscadas por los coleccionistas. En cuanto a la evolución de la mecánica, 70 años han dado para mucho. La normativa de emisiones, ruidos y seguridad ha facilitado la aparición de motorizaciones de diferentes capacidades y combustibles. Los motores térmicos del SEAT 1400 y del León híbrido comparten su cubicaje de 1.395 cc. Una gran similitud, aunque con una enorme evolución. Y es que, el motor actual 1.4 TSI de 150 caballos se combina con otro eléctrico de 115cv. Y se completa con una caja de cambios automática DSG y permite una autonomía eléctrica de hasta 64 kilómetros.

En la versión híbrida enchufable puede llegar hasta los 204cv. En cambio, el 1.400 montaba un motor únicamente de gasolina cuya potencia se elevaba únicamente hasta los 44 caballos.

Este 1.400, como decimos el primer vehículo producido por la compañía, ofrecía una estética atractiva, con un diseño exterior inspirado en los diseños italianos de la época. La parte trasera era redondeada y muy elegante, con unas luces traseras de forma cónica. Asimismo, fue uno de los primeros modelos en introducir en el mercado los parabrisas curvos de una sola pieza, y el sistema de calefacción. Ofrecía un rendimiento más que suficiente para su uso, principalmente orientado a ser un vehículo oficial para las autoridades estatales, así como para prestar servicio público como taxi. Su depósito de combustible de 48 litros le otorgó un rango de autonomía significativo, gracias a su consumo de combustible de 10,5 litros a los 100 km.

Bajo su gran capó delantero se instalaba un motor de cuatro cilindros con 1.395cc de cilindrada, unido a una transmisión manual de cuatro velocidades con palanca del cambio en la columna de la dirección, que desarrollaba una potencia máxima de 44 caballos sobre el eje trasero propulsor rígido, que incorporaba el diferencial. Así, alcanzaba una velocidad máxima de 120 km/h. El 1400 fue uno de los primeros vehículos en Europa en utilizar una carrocería autoportante en lugar de chasis separado con carrocería atornillada. El chasis incorporaba muelles helicoidales en la suspensión trasera, para generar un efecto elástico que proporcionaba un mayor confort, y ballestas longitudinales que actuaban como tirantes o brazos de empuje, y servían para otorgar al modelo una mejor estabilidad antibalanceo. Por su parte, una barra Panhard se encargaba del posicionamiento transversal del eje. Esta configuración era muy moderna para su tiempo.

Al final de la producción inicial del Seat 1400 en 1954, se habían construido 1.345 unidades, pero tan solo fue el comienzo. La familia 1400 continuó con la introducción del 1400 A en 1954, el 1400 B en 1956 y el 1400 C en 1960, junto con una serie de versiones especiales —carrocería familiar, comercial y hasta furgoneta—. Con cada versión, se incorporaron mejoras de rendimiento y diseño, lo que ayudó a consolidar su posición en el mercado y a hacer crecer la marca. El 1400 colaboró en el gran crecimiento de la compañía. Aunque las cifras iniciales de producción eran pequeñas, un año después de su lanzamiento la producción anual se acercaba a las 3.000 unidades, y se produjo con casi el 100% de componentes de origen nacional. En 1956 se fabricaron 7.000 vehículos, y un año después se llegó a los 10.000. Al final de su comercialización, se habían vendido 98.978 unidades y la marca había garantizado su posición en el mercado, y en la historia de la automoción en España.

Hoy, siete décadas más tarde de su nacimiento, SEAT S.A. ha logrado unos resultados financieros récord con un beneficio operativo de 501 millones de euros impulsada por el éxito de Cupra y por las ventas de los coches SEAT que, entre enero y septiembre de este año, ha entregado un total de 221.700 vehículos, lo que supone un 21,6% más respecto al mismo periodo del año anterior.

Entre los planes de futuro de la compañía está realizar una inversión de 3.000 millones de euros para afrontar una transformación industrial y pasar de la combustión a la electricidad.