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La soledad en las personas mayores aumenta el riesgo de enfermedades

El PP defenderá el miércoles una moción para instar al Gobierno central a impulsar una Estrategia nacional de lucha contra la soledad en las personas mayores

El perfil de las personas que sufren soledad es el de mujer, viuda, con limitaciones de movilidad o con dependencia para realizar actividades diarias
El perfil de las personas que sufren soledad es el de mujer, viuda, con limitaciones de movilidad o con dependencia para realizar actividades diariaslarazon

Cuando se realizan estudios sociales, los principales temas que suelen tratarse se relacionan con la pobreza, la exclusión, la vulnerabilidad o la precariedad como ámbitos fundamentales en los análisis de aspectos sociales o económicos. Y pese a que se ha debatido en muchas ocasiones, poca incidencia tiene la evaluación de parámetros afectivos y emocionales, sobre todo en las personas mayores. Estudios recientes señalan que es más fuerte la relación entre soledad y salud que entre la propia edad y la soledad. «Los que se sienten más solos, son los que se sienten más enfermos».

Para combatir esta situación, el próximo miércoles la Asamblea Regional debatirá una iniciativa registrada por el Grupo Parlamentario Popular en la que se pedirá al Gobierno de la nación la elaboración y puesta en marcha de una Estrategia Nacional de lucha contra la soledad de las personas mayores en España.

El portavoz popular, Joaquín Segado, junto con las diputadas María del Carmen Pelegrín, Mari Carmen Ruiz y Miriam Guardiola son los impulsores de la iniciativa en la Asamblea, con la que esperan recabar el apoyo mayoritario de la Cámara para hacer frente a uno de los graves problemas que padece la sociedad española.

De hecho, en su moción, citan el estudio realizado por la Fundación Caser publicado este mismo año, en el que se recoge que la soledad es uno de los problemas señalados como «de gran relevancia» para las personas de la tercera edad.

«Las personas que viven solas tienen un mayor riesgo de experimentar aislamiento social y de privación económica. La viudedad es más elevada entre las mujeres, ya que hay mayor mortandad masculina. Por ello, son las mujeres las que sufren la soledad, y como consecuencia comienzan los problemas de dependencia y de necesidad de ayuda».

Algunas de las medidas incluidas en la Estrategia Nacional propuesta por el PP e inspirada en el Plan de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2016-2020 incluyen la creación de entornos adaptados a las personas mayores; el compromiso del Gobierno de adoptar medidas sobre envejecimiento saludable; la armonización de los sistemas de salud con sus necesidades; el fomento de sistemas sostenibles de atención a largo plazo; y la mejora de los sistemas de medición, seguimiento e investigación.

De hecho, según datos recogidos en la Encuesta continua de hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2017, en España hay cerca de dos millones de hogares ocupados con personas mayores de 65 años, de los cuales, 1.410.000 están habitados por mujeres, y 550.900 por hombres. De estos, el 82 por ciento de las mujeres que residen solas son viudas, mientras que el 18 por ciento de los viudos son hombres.

Al margen de todo esto, el estudio de la Fundación Caser también señala la necesidad de «diferenciar» entre la soledad en el sentido de «insatisfacción con el número y la calidad de las relaciones sociales», del aislamiento social o falta de contacto. «Estos son dos factores que indican la ausencia de redes sociales fuertes entre estas personas».

No obstante, desde el Grupo Popular hacen hincapié en que, cada vez, la población está más envejecida, lo que provoca que el problema de la soledad sea cada vez más intenso.