Pescadores de Águilas dudan si saldrán a la mar esta temporada por el precio del gasoil

Los ocho barcos de pesca de arrastre pertenecientes a la Cofradía de Águilas (Murcia) volverán a la mar tras finalizar el paro biológico decretado por la Unión Europea para las flotas del Mediterráneo.

No obstante, dos de esas ocho embarcaciones aguileñas “se están pesando” salir nuevamente a la mar. La causa son “los elevados precios del gasoil para barcos” tal y como ha reconocido el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Águilas, Manuel Díaz.

Según ha apuntado el representante de los pescadores aguileños, el combustible para la navegación ha vuelto a subir “a una semana de que se abra la veda”. Unos precios que superan el euro por litro y que, a pesar de la subvención del Gobierno central a los carburantes, “se quedaría en 85 céntimos”, ha calculado Díaz. Este precio hace que cada embarcación necesite “unos 3.000 euros” para salir al mar, cifra que para algunos barcos “no les resulta rentable”, ha calculado el patrón mayor.

El propio Díaz ha apuntado que no es sólo el gasoil, los coste de salir al mar requiere de una inversión en hielo, cajas, los pagos a la tripulación, impuestos y las tasas de la lonja.

Todas estas razones son por las que, al menos, dos embarcaciones de Águilas “se estén pensado salir a la mar nuevamente”, ta y como ha señalado Manuel Díaz, cuando este lunes vuelva a abrir la veda para todas las flotas de arrastre en el Mediterráneo.

El patrón mayor también ha asegurado que las dudas de los armadores también radican en que las subvenciones del Estado al gasóleo “no han llegado a las cofradías”, en cambio, las del Ejecutivo regional “si están llegando” a los pescadores murcianos, como ha corroborado Díaz.

En cuanto a las capturas, los pescadores se muestran “esperanzados” ya que uno de los productos más apreciados del puerto de Águilas, la gamba roja, “ha sido avistada en los caladeros vecinos de Garrucha (Almería) o en Baleares y Santa Pola (Alicante)”.

Atún rojo tras más de 20 años

La apertura de la veda ha coincidido con la vuelta de la pesca del atún rojo por parte de barcos aguileños. En total cuatro embarcaciones han recibido autorización para poder capturar esta especie de túnido en aguas de la Región de Murcia “tras más de 20 años sin hacerlo” ha precisado Díaz.

Sin embargo, las capturas están limitadas a “520 kilos por barco”, además de que cada ejemplar “debe tener un peso superior a 30 kilos”, ha apuntado el representante de los pescadores aguileños.

Según Díaz, en este proceso se envió la documentación a todos los barcos de la flota aguileña que poseían la antigüedad de pesca de atún para conseguirla, pero solo “nos la han dado para cuatro barcos”. Estas cuatro embarcaciones serán los únicas que podrán pescar atún rojo este año en la Región de Murcia.

Para el patrón mayor de Águilas, estas concesión han hecho brotar “la ilusión” entre los pescadores aguileños ya que el atún rojo “es una pieza con mucha salida y que puede alcanzar en lonja los 80 o 100 euros el kilo”, además Díaz piensa que la mayoría de las capturas “se quedarán en la Región de Murcia” debido a la “gran demanda” que tiene este pez.

En opinión de Manuel Díaz, el número de licencias otorgadas debería ser mayor ya que esta especie “esta siendo muy dañina” para otros peces que comparten las mismas aguas. Y es que, según ha relatado este pescador, en los últimos años el cambio climático ha hecho que el atún “se haya quedado en el Mediterráneo” y su voracidad ha provocado “el descenso en otras capturas como el boquerón o la sardina”, también muy apreciadas en los caladeros de las costas murcianas.

La pesca del atún se realiza con el arte artesanal de ‘lanza’. Este envite se realiza cuando un banco de atunes es avistado y se lanzan las cañas con anzuelos con tripa o carnaza para que los peces piquen. Una vez han mordido el anzuelo se sacan del agua a la embarcación “un arte muy simple”, ha apuntado el patrón mayor de Águilas.

Finalmente, el inicio de este permiso para capturar atunes desde barcos de artes menores coincide con el inicio de la almadraba en distintos puntos del Mediterráneo aunque para Manuel Díaz ambas formas de pesca “son compatibles”