
Pactos de Estado
El PP se alinea en la guerra del agua con un eje común
Feijóo logra difuminar la batalla entre los territorios en torno al polémico trasvase Tajo- Segura

La división que genera el reparto del agua es tan antigua como la derogación del trasvase del Ebro. Décadas después de que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) cayera en el más completo de los olvidos, la batalla entre los territorios a cuenta del líquido elemento sigue viva. Sin embargo, el PP ha dado un paso en firme para quitarle color político al agua.
El grupo popular ha exhibido una inusual unanimidad en el Congreso de los Diputados en torno al trasvase Tajo-Segura, una conducción que, además, está de plena actualidad, puesto que en los últimos años el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha ido endurecido las condiciones para permitir el envío del agua manteniendo a Castilla-La Mancha enfrentada con la Región de Murcia, la Comunidad Valenciana y Andalucía.
De ahí que no haya sido fácil conseguir que todo el PP votara a favor de la proposición de ley que el presidente murciano Fernando López Miras llevó esta semana al Congreso de los Diputados y que pedía que el funcionamiento del trasvase Tajo-Segura se quedase en la misma situación que la que estaba en 2014. Para lograrlo, hizo una llamada al consenso.
Un voto de diferencia hizo que no se aprobara esta iniciativa. Los 170 votos de PP y Vox no fueron suficientes para tumbar al bloque de la izquierda, que emitió 171.
El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, explica a LA RAZÓN que el origen de este enfrentamiento está en la anulación del Plan Hidrológico Nacional (PHN).
«Esto es lo que está provocando que nuestros agricultores y nuestros ganaderos tengan dificultades para acceder al agua. Nosotros reclamamos un Pacto Nacional por el Agua. Yo lo que le quiero garantizar, y quiero que quede meridianamente claro, es que desde el Partido Popular nunca vamos a ceder a las pretensiones del ecologismo. Nosotros queremos que el agua, por supuesto, sirva para beber. Pero también para generar riqueza y oportunidades, vinculada con el desarrollo agrícola y ganadero de nuestro país y, por supuesto, en mi caso, de mi tierra, de Castilla-La Mancha» e insiste en que el PP cree «firmemente» que España necesita unidad y pacto, a la hora de hablar de agua.
En la posición opuesta a los populares manchegos se encuentran los socialistas murcianos. «Lo que de verdad hubiera evitado el recorte del trasvase es que los tres diputados del Partido Socialista de la Región de Murcia, incluido su secretario general, Francisco Lucas, hubieran votado a favor de ese blindaje», apunta el vicesecretario del PP en la Región de Murcia, Joaquín Segado. Sus votos en contra contrastan con la abstención de los cuatro diputados de Podemos, entre los que figura el murciano Javier Sánchez Serna.
Fuentes del Ejecutivo de la Región de Murcia precisan que, de haber salido adelante la toma en consideración de esta proposición de ley, se hubiera abierto una vía para comenzar a trabajar en una nueva regulación.
De momento, ayer se conoció una sentencia del Tribunal Supremo que determina que los caudales ecológicos del río Tajo deben alcanzarse de manera inmediata en el tramo comprendido desde el embalse de Bolarque en Guadalajara hasta el de Valdecañas, entre las provincias de Toledo y Cáceres, por tratarse de dos zonas reconocidas como protegidas.
El alcance de esta decisión judicial está aún por determinar, pues debe pronunciarse sobre otros recursos interpuestos contra el Plan Hidrológico del Tajo del Gobierno de la Región de Murcia y de los regantes.
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