Opinión

Más allá de la ficción

¿Tanto importante es si Epi y Blas eran o no pareja? Dos personajes que vivían juntos y divertían a los niños de paso que les ilustraban en temas de convivencia. El que su guionista se haya basado en su propia vida privada no debería ir en detrimento de las bondades de los personajes. Si bien, todo autor tiende a inspirarse en su vida propia y/o en su entorno, muy diferente es creerse que el mundo propio es válido para el resto o que éste ostenta categoría de universal. En el caso de la narración de historias, sucede como en el test de Rorschach: cada cual proyecta su inconsciente en esas «manchas». Podrían ser dos amigos conviviendo (como en la película «La extraña pareja», protagonizada por Jack Lemon y Walter Matthau). ¿Qué cambiaría? Convivir tiene sus reglas, sus ventajas y sus desventajas. Lo importante son los valores que se transmiten y se cultivan más allá del género y de si se es pareja de hecho o de invención. Si el guionista hubiese confesado haberse inspirado en dicha película, me lo hubiese creído, puesto que se centra en las singularidades de cada cual sin hacer de menos a ninguno. A la par que hace pedagogía de la tolerancia respetuosa con la idiosincrasia individual que, a su vez, fomenta el desarrollo sano de la personalidad. Actualmente, hay una gran necesidad de «sexuar» a los personajes dirigidos al público infantil como si se quisiese acortar la infancia o boicotearla por aquello de la frustración que, a algunos, les produce tener que lidiar con los problemas propios de la vida adulta, ¿será por esto? No hay que hacerlos salir del armario sino dejarles en el limbo. Y, que cada cual haga sus propias proyecciones así habrá menos confusiones, decepciones o polémica.