Opinión

El Chiringuito de Pedrerol: El domingo todos seremos argentinos

Normal que los argentinos estén enfadados. ¿Cómo no lo van a estar, si les han quitado su Libertadores y se la han llevado a otro país? Pero están enfadados con ellos mismos. Con sus dirigentes. Con sus gobernantes. Con los que no han echado a los violentos y hasta se han apoyado en ellos.

Demasiado tiempo

En Argentina llevan mucho tiempo sufriendo a las barras bravas. Hasta el «Loco Gatti» lo hizo. A las dos, las de Boca y las de River. Llevan demasiados años presionando, amenazando, chantajeando a los futbolistas. Ya se toma como algo natural. Como parte del fútbol. Nadie se atrevió a expulsarles. Nadie quiso acabar con un problema que no es sólo del fútbol, sino de toda la sociedad.

Hay que echarles

La connivencia de los dirigentes con las barras bravas ha llevado a esto. Al exilio. Al destierro de una final. El otro día fueron piedras, pero hay pistolas en las gradas y hasta en los vestuarios. A los violentos no se les puede controlar. Hay que echarles. Que se lo digan a Laporta y a Florentino. Lo que sufrieron para sacarlos del Camp Nou y del Bernabéu.

Que sirva para algo

Hay que hacer autocrítica. Que lo ocurrido en el frustrado partido del Monumental sirva para algo. Y esto pasa por Macri, el presidente de Argentina, en primer lugar. Fue también presidente de River Plate y conoce la situación. Los políticos deben estar unidos. Lo sucedido hace una semana ha sido un golpe a la imagen de todo el país.

Máxima seguridad

¿Y ahora qué? Es la pregunta que se hacen los madrileños. ¿Aparecerán las barras bravas? ¿Habrá actos vandálicos? ¿La policía será capaz de garantizar la seguridad tras un dispositivo montado en tiempo récord? Seguro que sí.

Bienvenidos

El Bernabéu es el mejor escenario. 20.000 entradas agotadas por la afición de River en minutos. 7.000 han volado entre los socios del Madrid. 350.000 argentinos viven en España y 100.000 en la capital, una ciudad abierta a todos. Seguirá siendo un gran acontecimiento y se recibirá a los argentinos como merecen. España ha sido siempre tierra de acogida para los sudamericanos que querían una vida mejor en Europa. Y aquí han jugado Di Stéfano, Messi, Maradona, Redondo, Kempes, Agüero, Riquelme...

Haya paz

Tiene que ser el partido de la paz. A todos nos entristeció lo que sucedió en Buenos Aires, porque 300 cafres que no representan a nadie arruinaron la ilusión de todo un pueblo. Por eso, el domingo, todos seremos argentinos.