Opinión

Menos virus y más autoestima

Médicos del Mundo ha lanzado una campaña para denunciar la desigualdad y la discriminación que sufren las mujeres por el hecho de serlo: «el virus EVA». Es un microorganismo social del que ya se tenían noticias. Empero, aún no se ha dado con un tratamiento adecuado para erradicarlo y prevenirlo. Me pregunto si tendrá cura a tenor de los múltiples y variados elementos que intervienen en su supervivencia, a pesar de los esfuerzos para eliminarlo. ¿De verdad quieren exterminarlo? Puede que suceda como con la pobreza, que no se erradica porque no interesa. Hay elementos del contenido de la campaña de los cuales discrepo, ya que, a mi modo de ver, presentan a la mujer como una perdedora, una sufridora, una resignada a salir a perder... a la que le han impuesto su vida sin la oportunidad de rechistar. Si a una mujer se le hace creer que es una perdedora, se comportará como tal y esta conducta, a su vez, reforzará la creencia. Las consideraciones condicionan incluso la identidad. En mis libros «Refuerza autoestima femenina» o «Empoderamiento en estado puro», propongo un tratamiento para esta «enfermedad social». Si no para erradicarla, al menos para hacer profilaxis: insto a las mujeres a hacerse responsables de las riendas emocionales de su vida, aprender a amarse y a dignificarse. Soy partidaria de inculcarle a la mujer ideas y creencias que refuercen su identidad y la animen a plantarle cara al mundo y a no consentir que le digan cómo debe ser y pensar. Porque hacerle creer a una persona que es una perdedora o que los demás tienen la culpa de sus males no refuerza su amor propio. Aunque resulte paradójico, puede crear el efecto contrario. Sucede como con las vacunas, que, a veces, enferman.