Opinión

El Chiringuito de Pedrerol: ¿Si tiras la Copa, ganas la Champions?

¿De dónde sale esa absurda teoría? ¿Desde cuándo hay que elegir qué competición quieres ganar y cuál puedes descartar? ¿A quién se le ha ocurrido esta bobada? Hay que reconocer que eso sólo lo sabe hacer el Madrid. Para los demás, es inalcanzable.

Los descansos de Messi

Valverde no fue valiente en el partido de Copa del Pizjuán. Simplemente sabe que tiene a Messi preparado para la vuelta, como hizo en octavos. Tuvo que tirar del «crack» argentino para remontar tras caer en el campo del Levante. Y el técnico extremeño sabe perfectamente que puede tirar de Leo otra vez para intentar el pase a semifinales. Le dosifica, sí. Pero sólo en la ida. Seguramente esté justificado. Los últimos tres años han sido terribles para Messi, viendo por la tele al Madrid levantar una y otra Champions. Pero la alineación de Sevilla fue una broma.

No se tiran partidos

Dosificar a Messi, sí. Pero no se puede tirar un partido. En el Pizjuán no estaban tampoco Suárez, Alba, Busquets ni Rakitic. Sí Coutinho, por cierto. Que es el gran misterio. Deslumbró en su primera temporada, pero se ha diluido como un azucarillo. Su futuro está cada vez más lejos de la Ciudad Condal.

Las palabras de Piqué

¿Y esas declaraciones de Piqué, qué significaron? «Si le damos la vuelta, bien, y si no otro año será», dijo. Es de no tener la Copa en la cabeza. Demuestra que hay una estrategia detrás. Ya marcó el camino Messi en verano avisando de que iban a por la Champions.

Poco fútbol y más polémica

En el Barcelona no se puede decir que si no se remonta una eliminatoria, «otro año será». El Barça tiene que aspirar a todo. Con declaraciones como las de Piqué no motivas a la afición para llenar el Camp Nou en el partido de vuelta de este miércoles. Y tampoco con su fútbol en Montilivi. El culé ve cómo su equipo gana, pero no juega a nada. Lo de Gerona no invita al optimismo. Otra vez aparecieron Messi, Ter Stegen y un penalti al limbo. Lo sufrieron en el banquillo rival dos grandes barcelonistas como Eusebio y Onésimo.

El espejo al que mirarse

Piqué pecó de sinceridad. El central expresó el sentimiento de impotencia que hay en el vestuario. Tanto esfuerzo, tantos goles, tantas victorias en la temporada, para que el Madrid haga 13 partidos buenos y acabe ganando la Champions. Pero el Barça no puede mirarse en ese espejo. ¿Quién ha dicho que tirando la Copa vaya a ser campeón de Europa? Su eterno rival tiene otro ADN. Se transforma cuando suena esa musiquilla en Europa. Ni en su peor momento se le puede descartar. Y el Barça siempre ha presumido de Tripletes y de un Sextete. Ese es el espejo al que debe mirar.