Los errores son del PP

Culpar a los votantes de la derrota como ha hecho el PP de Pablo Casado constituye un error monumental, por la sencilla razón de que los votantes son libres para elegir la papeleta a introducir en la urna. Más aún, como dice mi amigo Rogelio, los ciudadanos se apoyan en muy buenas razones para hacerlo. Los populares no cambiarán su deriva si no se responsabilizan del fracaso obtenido.

La reflexión sobre lo acontecido es su única vía para ver la luz. Se impone un análisis profundo de por qué se les ha ido un montón de votos por la derecha hacia Vox y otro montón por el otro lado hacia Ciudadanos. Para empezar, porque han defraudado la confianza depositada, incluida la mayoría absoluta de 2011, durante estos años en demasiados aspectos.

A la vista del paisaje un tanto desolador tras la batalla del domingo pasado, no hay más opción que rectificar los errores propios, localizar los aciertos de los vencedores y, sobre todo, aprender de todos ellos. Lo demás es autojustificacón de la incompetencia. Los ciudadanos volverán a votar en función de sus convencimientos. Ni por imperativo, ni por misericordia. Siempre, ahora más si cabe, ha de prevalecer la inteligencia, al menos política. El PSOE lo ha demostrado tras perder el Gobierno de Andalucía. Vio las causas y las corrigió. Por si sirve de algo, mi amigo hacía esta reflexión tras conocer los resultados del 28O «si la actuación de los dirigentes nacionales del PP ha sido en toda España como la demostrada con sus compañeros de la Comunitat Valenciana, no deben extrañarse de las consecuencias. Y no sé si podrán corregirse en estas tres semanas». Así es la vida.