Opinión

Isabel Díaz Ayuso: la apuesta ganadora de Casado

Hoy quiero hablarles de una de las figuras políticas más relevantes para esta semana entrante del ‘ferragosto’ madrileño. Una mujer que lleva ya semanas siendo protagonista de la actualidad y que se convertirá, a partir del próximo 19 de agosto, la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz-Ayuso. Lo será tras superar el debate de investidura que tendrá lugar durante los próximos días 13 y 14 y en el que recibirá el respaldo de Ciudadanos y el ‘nihil obstat’ de Vox como último y necesario peldaño para ser investida. Paso a paso, sin hacer más ruido del que algunos tratan de dar a entender, Díaz-Ayuso ha ido superando todas las metas volantes de una carrera hacia el 'despacho oval' de la madrileña Puerta del Sol en la que pocos le daban por ganadora.

Su

designación como cabeza de cartel y candidata a la Presidencia de la

Comunidad por parte de Pablo Casado ya constituyó para muchos la

primera sorpresa. He de reconocer que yo fui uno de ellos, las cosas

como son. Pero no porque Diaz-Ayuso no reuniera méritos suficientes

para ello, sino porque eran muchos los nombres que se barajaban

-algunos de un tremendo peso político- y solo uno podía resultar

elegido.

Lo

cierto es que ella fue quien se llevó el

gato al agua e inmediatamente comenzó

a trabajar para alcanzar un objetivo que no era en absoluto fácil;

que el PP conservara la presidencia de una plaza que ha ocupado

durante los últimos

24 años

y de la que tenía muchas papeletas para ser desalojado, después del

lógico desgaste de una ejecutoria gubernamental en unas ocasiones

acertada y otras no tanto y sobre todo del cáncer de los diversos

casos de corrupción surgidos bajo el gobierno de la 'emblemática'

Esperanza Aguirre, de su sucesor Ignacio González

y de la malograda políticamente Cristina Cifuentes. La bautizada

como 'Operación

Púnica'

o las ramificaciones de la 'Gürtel madrileña' no se lo ponían

sencillo a nuestra protagonista. Hacía falta mucho tesón y mucha

convicción en sus propias posibilidades de éxito para ello. 

Una

mujer fuerte, a pesar de sus errores

Lo

percibí

apenas

dos días

después de su designación; era la tarde de un lunes y yo acudía a

la sede central del PP donde había concertado una entrevista con su

'número

dos', Teodoro García-Egea

para otro medio de comunicación. En la puerta de Génova

13, me di de bruces con Isabel Díaz-Ayuso

y como no podía ser de otra manera le pregunté qué

tal estaba... su contestación

podría

haber desconcertado a muchos, pero a mí no: 'Muy bien Euprepio,

preparada para una victoria por mayoría absoluta'. Esa tarde, con el

sol de la primavera madrileña a punto de esconderse, tuve la certeza

de que estaba ante una ganadora......¡a pesar de todo y de muchos

enemigos, internos y externos!

Su

carrera preelectoral fue accidentada; acosada por sus contrincantes

políticos, básicamente de izquierdas, y por medios de comunicación

no afines, tuvo algunos resbalones como el de ensalzar en forma algo

cursi los 'atascos de las madrugadas madrileñas' o el de proponer

ayudas económicas para hijos aún no nacidos, promesa esta tan

surrealista que no supo precisar y que orilló en cuanto tuvo

oportunidad.

No

ganó, pero gobernará

No

ganó las elecciones, claro, porque la maquinaria del PSOE era muy

fuerte y porque los últimos

años

del gobierno destrozaron al PP madrileño, como he explicado, pero

aquella madrugada del ya 27 de mayo, Isabel Díaz-Ayuso ya sabía que

gobernaría, porque la izquierda no sumaba y el centro-derecha sí.

Su entente con Ciudadanos estaba encarrilada y el único obstáculo

eran los 12 escaños

de Vox que, con Rocío

Monasterio a la cabeza, iban a darle más de un quebradero de cabeza,

como así se ha ido viendo en las últimas semanas de una negociación

que ha sido tortuosa en ocasiones, surrealista en otras y

desesperante para quienes, tanto desde el PP como desde Ciudadanos

-debo destacar aquí el papel sensato e inteligente de quien ha

acabado revelándose como el gran estratega que es, Ignacio Aguado- 

ansiaban por encima de egos e intereses cortoplacistas y miopes, un

gobierno fuerte y cuanto antes para que los madrileños pudiesen

abandonar esa incómoda

sensación

de interinidad que les ha acompañado desde la noche electoral. 

Superado

el escollo de Vox, que ha cedido en todo, a pesar de sus rigideces

iniciales, demostrando una bisoñez

política

superior incluso a la que muchos creíamos, la joven y exitosa

política popular, prepara su gobierno. 13 consejeros, seis de los

cuales serán para Ciudadanos y nuevas políticas que permitan

visualizar un nuevo tiempo para los madrileños.

Un

ejecutivo que será el primero de coalición en la historia de esta

comunidad y al que desde aquí deseo suerte, acierto y al que me

permito dar un consejo gratis: que sean el Ejecutivo de TODOS los

madrileños; de los que les han votado y de los que no lo hicieron.

Los tiempos del sectarismo deben pasar a ser nada más que una triste

pesadilla del pasado. Espero y deseo que mi apreciada Isabel

Díaz-Ayuso, de la mano de quien será su vicepresidente Ignacio

Aguado, lo conseguirán.