Opinión
El alcalde
Jose Luis Martínez Almeida, ¿Quién?, el Alcalde.Ah claro, claro.... Cuando Pablo Casado ... eligió sus candidatos para Madrid, Ayuntamiento y Comunidad, se hizo el silencio y después llegaron las críticas más o menos impostadas y algunos pusieron a tope el «comediscos» del apocalipsis. La izquierda ensimismada, la que piensa que la tierra es plana más allá de la M30, celebraba con anticipo y sorna el cambio en la Comunidad y la continuidad en el Ayuntamiento. En la sede del PP la noche del 26 de mayo estaban afinando, otros afilando, para el réquiem cuando saltó la rumba y tuvieron que montar un tablao en la calle. No hubo balcón pero hubo fiesta, sin discursos preparados, al natural. Con Ayuso y Almeida, Casado salvó los muebles y eclipsó los malos resultados de las generales. Con «los suyos» y su sonrisa el líder del PP podía parar las tensiones que venían del norte y del sur... de momento. Ahora para las generales se ha anunciado un giro hacia la moderación que en realidad es el intento de poner fin a las «hostialidades» que vuelan desde lo más alto del grupo parlamentario hacia la periferia y viceversa. La idea de incorporar a Rosa Díez, autora de «Aznar necesita fotos con Blair para parecer de centro» o aquella de la autoderminación vasca, sería una falta de respeto a los compañeros de partido incompatible con esa llamada al redil del centro-derecha. De la misma manera que insistir en el «España suma» es ser innecesariamente pesados, en Ciudadanos lo han interpretado como una trampa en la que no van a caer (la formación naranja se prepara para el día después y para algún temblor añadido). Así que, volvamos al alcalde con sus 100 días. Almeida ha puesto sobre el tapete una forma de gobernar en la que mensaje y desarrollo concuerdan. Los pecados de recién llegado con prisa por ese verbo horrendo que se llama «revertir» han pasado a otros más conjugables. No vendría mal un poco de neón. Ha desarrollado un Gobierno, este sí que sí de coalición y también de cooperación. Tendremos que estar atentos a los 100 días de Gobierno en la Comunidad para ver si Ayuso y Aguado, los Roper de Sol, escenifican un aniversario redondo como lo hicieron Almeida y Villacís. Se puede hacer política sin estridencias cuando se tienen los objetivos claros y los compañeros definidos. Hay que creerse el puesto y con esa autoridad parar los pies a VOX. Aumenta el número de los que dicen eso de «¡mira el Alcalde!». Si la política nacional mira a Madrid puede ir encontrando pistas.
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