Opinión

Íñigo coge el tren

Errejón es como Iglesias pero sin rapear, con un discurso repleto de subordinadas y con suelta aleatoria de conceptos ininteligibles que dejan en los paladares de los boquiabiertos la sensación de que es más listo. A ninguno de los dos le gusta Vallecas ni para vivir ni para trabajar. Uno se largó del barrio para ampliar la familia y al otro le apretaban las costuras de la Asamblea de Madrid. «Tú a Galapagar y nos vemos en la Carrera de San Jerónimo».

La lucha fratricida por el poder es lo que ha desbaratado el proyecto fin de carrera pero el don de la oportunidad, del que goza Íñigo, y la sensación de maleabilidad le han convertido en el omnipresente actor político adobado con todos los vicios y todas las virtudes. Es el político Totémico. Llevo unos días en los que lo mismo me lo imagino reponiendo en el mercado que corrigiendo mis libros de Habermas con lapicero y anotaciones, pregonando en el Ateneo o saludando a pie de escalerilla a los turistas japoneses que vienen en Iberia.

Errejón es la tercera vía, la vía, la representación corpórea de la equidistancia de la izquierda «nini», la opción de los zurdos tiquismiquis, de los de «ni Pibli Iglisis ni Pidri Sinchiz», es el efebo de los jardines y los mentideros, el «melofo» de las pijas de derechas, de las de izquierdas y de las no alineadas, de ellos también... después del pitonazo de Vistalegre II traicionó a su amigo para hacer una conga electoral con la alcaldesa que dibujaron como invencible. Solo con la almendra central no se alimenta el poder aunque seas vegano. Se ha citado con Pablo en la circunscripción de Madrid un 10 de noviembre, ha elegido como arma el filo de una papeleta electoral. Como en la cúpula del trueno de Mad Max «dos hombres entran y uno sale». En esta película no canta Tina Turner.

Es impensable que puedan negociar algo el trío de las izquierdas. Aquí por mucho gurú y mucha estrategia valdrá la máxima de «el que más chifle capador». El PSOE tendrá más escaños y será lo que quiera dar Sánchez. Errejón sabe que no estará en los debates televisivos pero tiene exégetas que van cantando sus virtudes por las tertulias y las televisiones, el Presidente del Gobierno el primero. Iglesias dejó pasar el tren de Podemos en el Ejecutivo, cierto que paró solo un instante, y les pilló discutiendo en el andén como siempre. Si a Íñigo le dan un billete lo pilla, eso seguro.