Opinión

Yo, Leonor

No será que no será, que me paso ahí los días con los idiomas, eh. Que cuando yo rompa a hablar el mandarín, que también lo estudio, ya se va a hacer caca la «perrica», que yo cuando me pongo soy de la Escuela de Traductores de Toledo, ojo ahí conmigo. Yo veía a mi padre, que es que se le saltaban dos lagrimones como dos kiwis, tan «emocionao», viéndose superado por esta melena que tengo, con esa caída de mechón, que soy Kim Basinger dándole candela a los mafiosos. Ese padre mío que ya le faltaba nada más que un hilillo de baba, que es que me como a mi padre que es una madre, «pobretico» mío. Veía también ahí a mi hermana So, que ya no se puede estar desarrollando más a «tó» meter, con esa sonrisa que tiene mi So, que le pega un «bocao» a una esquina y hace un cine de verano; con esos dientes que son dos «bernabéus» cada paleto y con esa pinta de medir uno ochenta y cinco al pasar Navidades. Y mi Altibajos, con ese cabeceo de aprobación, ese cabeceo de cuna, de solera real. Ese «chinico» en los ojos, como de emoción, pero que no sé yo si no será si el jeringazo de vitaminas y bótox no se nos ha ido de las manos. El caso es que he estado para comerme y yo ya me veo muy Pantoja. Me veo exigiendo catering, que tengo ya más aplausos que Plácido Domingo ahora antes de cantar. Ha nacido una estrella, súbditos, lo voy a petar. Ea, pues ha dicho Paz Padilla que no le ve la gracia, que tampoco pronuncio taaaaaaan allá y que hay muchos niños en Cataluña que hablan tres idiomas, con lo que entiendo que soy princesa de un país de cuento y con posibles. Cada uno con sus referentes. Voy a ver si hablo manchego y me da aprobado Paz Padilla también, venga.