Opinión
Teruel insiste
El diputado de Teruel Existe es el paradigma de un nuevo cantonalismo que se nutre del fracaso de la política de los partidos de siempre pensada y ejecutada desde Madrid. También del fracaso de la idea de España como país de ciudadanos con los mismos derechos y las mismas obligaciones. Ya sabemos que hay lugares donde el médico pasa cada dos semanas. Hace 20 años, en noviembre, nacía un movimiento social que aglutinaba el hartazgo de una tierra olvidada sin autovías y con trenes de colección tendentes a descarrilar. Irrumpieron en la España de las peculiaridades, se manifestaban, las televisiones hacían reportajes y algunos llegaban a Teruel con salacot de exploradores entrevistando a los paisanos. Era el exotismo de la despoblación. Los políticos se hacían fotos después de las movilizaciones y encargaban a algún director general que se reuniera con los portavoces. Zapatero que era de natural habilidoso hasta ideo un plan Teruel, justo de presupuesto pero efectista para el anuncio. Agotados de esperar pero sin dejar de reclamar mejores comunicaciones, entre otras cosas, no desfallecieron hasta dar el paso en estas elecciones que serán recordadas por dejar unos resultados de los que sacar unos cuantos aprendizajes. Teruel Existe se ha convertido en la formación política, sí política, con más votos en una provincia de gentes, cada vez menos, que han soportado el peso violento de la historia, la inclemencia y el capricho del cielo, la marcha de los jóvenes y el olvido. Es momento de reflexionar sobre este triunfo del «terruño», exceptúo aquí el independentismo, ese yo y lo mío frente a lo general. Hay una ola que nace de la tierra y está adoptando diferentes formas de acción directa para conseguir voz en las instituciones. Ojo a los que todavía miran a provincias con la visión del «gurú señorito».
✕
Accede a tu cuenta para comentar