Opinión

Lo de todos

La repetición electoral tenía dos objetivos básicos: que la ultraderecha de VOX comiera terreno a la derecha y que la izquierda centrada del PSOE consiguiera aumentar su representación hasta un punto en el que fuera suficiente. La primera se cumplió con creces, la segunda ha obligado a cambiar la estrategia. Pese a los resultados los vasos comunicantes de ambas cuestiones siguen activos y activados. El PSOE y Podemos necesitan mantener vivo el grito de ¡que vienen los fachas! para poder aglutinar las fuerzas suficientes para un investidura. Así que sin escatimar recursos públicos vuelven a poner al estado al servicio de sus intereses. No hace falta ser un lince para descubrir que VOX ha decidido hacer de la lucha contra la violencia de género su elemento diferenciador cargándose los consensos básicos y necesarios. El Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad no van a tener declaración institucional porque los de Abascal han puesto dinamita a la unanimidad. Los cazadores de oportunidades que en Moncloa son muy hábiles han descubierto que aquí hay aglutinante. No han tenido mejor idea en la Delegación del Gobierno de Madrid que enviar a todos los ayuntamientos «por indicación del Gabinete de la Delegada, información de las declaraciones institucionales contra la violencia de género que se hayan presentado en la presente legislatura, y, en relación a ellas, si han sido bloqueadas por partidos políticos con representación en el Ayuntamiento». Esto traducido es informar al Gobierno de lo que hace VOX en tu pueblo y de paso qué hacen PP y Ciudadanos. El departamento de la delegada del Gobierno, María Paz García Vera, quiere la información con urgencia. Escuchando la rueda de prensa de Isabel Celaá ayer viernes ya sabemos para qué quieren la información. Esto es control político a través de las instituciones y con los medios de todos y esto se podrá disfrazar de día internacional pero es un uso inquietante de lo público. Pero quizá tengamos que acostumbrarnos a que el mal uso de lo que es de todos depende de quien lo haga. Con la sentencia de los EREs, perdón, con el «sistema heterodoxo de agilización de pagos que vulneraba el procedimiento establecido y esquivaba los controles económicos y de la Intervención» que dice el ex diario independiente de la mañana, se ha llegado a la corrupción buena y Chaves podría protagonizar una nueva película de Robin Hood o de Curro Jiménez que es más nuestro. Nadie pone ningún pero al socialismo por esta sentencia pero el socio huele la debilidad y ya ha puesto como condición la mesa de partidos que es, de entrada, dinamitar la democracia representativa… luego también la otra.