Opinión

El fin

Hoy no comienza nada, pero sí termina todo. Todo lo que hemos conseguido, sumando los esfuerzos, perdonando los agravios, olvidando los enfrentamientos para alcanzar la estabilidad y la concordia. Si algo principia en la jornada de hoy, es el riesgo a un nuevo enfrentamiento entre españoles. El golpe de Estado contra la Constitución de 1978 está a un paso de culminarse.

La intervención en el Congreso de una condenada por enaltecimiento del terrorismo, la bilduetarra Merche Aizpúrua demostró hasta qué límite de miseria ha llegado el socialismo de Sánchez. Fue duro para el aspirante y para su pelele de rizado pelo en la presidencia del Congreso oir de la representante del etarra Otegui su decisión de apoyo. Al Golpe de Estado encubierto. Le han concedido excesiva importancia los medios de comunicación a los desprecios dedicados por la de Bildu al Rey. Lo menos importante que sucedió el 5 de enero de 2020 en el Congreso ha sido que el Rey fuera insultado, vejado y despreciado por ese mamotreto del odio. Una palabra amable de la portavoz de esa amalgama de brutalidad y sangre dirigida al Rey hubiese constituído una humillación. Si el Rey tiene que ser menospreciado, que lo haga ésa. Lo contrario sería preocupante. Sucede que al hablar ésa, el aspirante no tuvo arrestos para defender al Rey que garantiza su libertad hasta extremos insuperables, y la presidenta del Congreso , pese a estar obligada por el reglamento, enmudeció incumpliendo su deber. Todo menos enfrentarse a Bildu. Todo menos amonestar a la enaltecedora de los asesinatos de Enrique Casas, Fernando Múgica, Buesa, Pagaza, y así hasta catorce políticos socialistas desnucados por las balas de la ETA o destrozados por sus eficaces ingenios explosivos. Sánchez será presidente del Gobierno de España gracias a los apoyos de los separatistas, y muy especialmente, de los que celebraron los asesinatos de sus compañeros de partido. Eso sí es importante, no que una condenada por enaltecer el terrorismo injurie o calumnie al Rey.

Hoy puede terminar todo si no hay un valiente que decida que España está por encima de sus intereses personales, ya sean los canarios de Quevedo o los turolenses de Guitarte. Quevedo y Guitarte se alinearán con la ETA, como ya han hecho en multitud de ocasiones los podemitas, comunistas y los separatistas vascos y catalanes, así como los gallegos del BNG , a los que Sánchez agradece su colaboración en portugués y no en gallego. Hoy, quizá alguno de los traidores, haya leído la carta manuscrita que ha enviado al felón José María Múgica, hijo de Fernando Múgica Herzog, hermano de Enrique, otro gran luchador por las libertades en España. «Ahora, que pretenda usted alcanzar la investidura con la ayuda del fascismo que nos asesinó en el País Vasco, produce una náusea infinita. Y un profundo desprecio. José María Múgica. San Sebastián». Lo ha escrito Iñaki Arteta, otro valiente que ofreció su nuca para que fuera volada como la de Goyo Ordóñez, Jose Luis Caso, Araluce, Velasco y así hasta novecientos inocentes. «Lloro al ver cómo se aplaude a los que más daño hicieron». Es lógico que el PNV vote con Bildu, porque entre los «batzokis», las «herriko-tabernas», las sacristías convertidas en arsenales etarras, y los señoriales caseríos de la derecha sacristana vasca, todos los que se movían eran parientes de la misma raíz. Y al PNV le ha prometido Sánchez nada menos que Navarra, su sueño inalcanzado. Hoy puede salvarse España si entre los diputados socialistas existe la posibilidad de que uno sólo se esquile sus lanas de borrego y renuncie a la seguridad del pesebre. Pero no considero interesante que ésa haya vejado al Rey. Si no lo hace, sospecharíamos del Rey, en cuya figura y lo que representa, la Corona que garantiza la unidad de España, millones de españoles confiamos. El Rey de España, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, a las que la Constitución aprobada por más del 90% de los españoles, encomienda la defensa territorial de nuestra nación. Dinamitar un Estado como el Español es empresa, aún difícil, para los dinamitadores, que en un futuro , si la reflexión vence a la locura, podrán disfrutar de la hospitalidad de sus conciudadanos en los albergues construídos para los delincuentes.

Los de Podemos están tan necesitados de ser ministros, que ya han adelantado sus nombres. Iglesias, la mujer de Iglesias y el del viaje de novios a Nueva Zelanda, el más tonto y arraigado al comunismo de principios del siglo pasado. Pero con un solo voto negativo, todo se les irá al garete. El gesto de un español sensato y valiente puede salvar a España.

De lo contrario, hoy no empieza nada y termina todo. Si bien, para que todo termine, Sánchez necesita acabar con los millones de españoles que no van a consentirlo. Que la ETA decida el Gobierno de España es más que un Golpe de Estado. Y ante un Golpe de Estado, la resistencia es legítima.