Opinión

La profesora de parvulario

La profesora de parvulario» es una película sobre la historia de una maestra que descubre que un alumno de 5 años tiene un talento natural para la poesía y llega a arriesgados extremos para proteger la belleza de las palabras y la creación del niño. No les cuento el final, pero aparece la ética. En Rusia, no están para películas. Allí se celebra todos los años una competición de montaje de Kaláshnikov. 240 niños y adolescentes rusos compiten para ver quién es el mas rápido en montar y desmontar esta máquina de matar. El ganador practica más de 10 horas por semana y lo lleva haciendo desde hace 6 años. Ver esas armas en diminutas manos infantiles da grima y el desagrado tercia rápidamente en inquietud. Supongo que alguien habrá pensado que mejor memorizar los pasos para montar un arma que deleitarse con un poema de Osip Mandelstam. A Stalin tampoco le gustaba la poesía, en especial su «Epigrama contra Stalin», y quizá por eso lo deportó a Kolymá, donde murió en un gulag. Los poemas los carga el diablo mientras los fusiles los carga el hombre. Mucho más seguro, al menos para quien dispara. Hace unos meses, un centenar de escolares rusos aprendieron a montar fusiles de asalto AK-47 en un parque de Moscú, en un fin de semana en el que Rusia celebraba el centenario del nacimiento de su inventor, Mijaíl Kaláshnikov. Todo un poema. Un dato esclarecedor: en el mundo se han vendido más de 100 millones de Kaláshnikov. 50 ejércitos utilizan AK-47, entre ellos Irak y Somalia. Ya me dirán qué pintan aquí los niños.