Opinión

Vulnerables

Estos días hemos tomado conciencia de la vulnerabilidad, todos somos vulnerables y nuestro todo es vulnerable. Los entramados sobre los que hemos construido esta civilización occidental repleta de derechos se ha demostrado que son incapaces de generar los anticuerpos necesarios para parar una crisis sanitaria que evoluciona rápidamente en crisis económica, social y terminará en crisis institucional. Hemos construido un sistema adolescente en el que las prioridades políticas han sucumbido a los caprichos egoístas de una parte. Cuando cada grupo va teniendo el poder se elevan a categoría cuestiones particulares, la agenda de cada uno y poco en la de todos. Nos hemos creído inmortales y hemos tenido con el Estado esa relación inmadura de te quiero poco pero te llamo para que me vayas a buscar cuando me pierdo en Tailandia. Así ,en pleno proceso de polarización ideológica, territorial, generacional…ha llegado un virus como llegaba la peste y nos han obligado a cambiar nuestras rutinas para no morir. Sí, porque estas sociedades que consideramos inmortales tendrán que madurar con restricciones y tendremos que volver a construir un entramado fuerte y solvente sin esos escalones que nos hacen más y más frágiles. En estos días de miedo al abismo hemos vuelto a mirar al Estado y, salvo su jefatura que amerita una cuarentena aparte, se ha dado una respuesta en forma de Alarma con ayudas para frenar la expansión del coronavirus y para que nadie se quede en esa cuneta por la que se rompen las sociedades del bienestar. Estos días hemos visto políticos contagiados e intervenciones necesarias. Se han perfilado algunos liderazgos y otros han escrito su epitafio. Hemos comprobado que en la oposición y en el Gobierno hay banquillo. También sabemos por fugas en lo más sagrado del Gobierno, su Consejo, que la coalición gubernamental con apoyos externos es fallida para tiempos de respuestas concretas. Hay fórmulas contradictorias para responder a los retos. Nos quedan días para seguir aprendiendo y que esta indeseable selección natural nos deje responsables políticos en los que confiar, medios de comunicación en los que creer y ciudadanos responsables. Del confinamiento habrá que salir en algún momento pero la cuestión es cómo salimos. Se ha extendido la comparación entre la actuación de China y la de los países europeos. Ahí aparecen los peligros. Lo que nos jugamos es nuestro entramado institucional, Europa y si la democracia occidental es lo suficientemente fuerte para soportar impactos como este. Esto es lo importante porque está en juego nuestra libertad, tiempo habrá para esto… sigamos con lo urgente.