Opinión

Interesados contra Valencia

Una vez más los Tribunales han demostrado la injusticia que políticos y medios han dispensado a la Comunitat Valenciana en materia de corrupción. Esta vez ha sido la titular del Juzgado de Instrucción 2 de Valencia, que dictó el archivo de la causa contra el expresidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra (PP) por la compra de la empresa Valmor, que gestionaba la Fórmula 1. Este archivo se suma a las 54 causas sobreseidas con más de 150 personas absueltas o desimputadas. ¿Quién las compensa económica, social y profesionalmente? Aún así, durante años, el interés por colocar a Valencia en la cumbre de la corrupción fue generalizado, dándose la paradoja de que a día de hoy no hay siquiera un presidente del Gobierno autonómico condenado por el ejercicio de su cargo. Repito, por el ejercicio de su cargo. Las imputaciones se propagaron en algunos asuntos por el celo partidista de algún fiscal y, también por el interés del propio PP nacional en trasladar a esta región casos, como Gürtel, cuando lo gordo, el urbanismo, se sustanciaba en Madrid. No pueden decir lo mismo otras comunidades que han visto encausados y condenados a presidentes de todos los partidos. Hormaechea (independiente por AP), los socialistas Madrid, Collado, Urralburu, Otano, Marco, Chaves y Griñán; Barcina (UPN); Ibarretxe (PNV); los populares Cañellas, Matas, Monago, González, Cifuentes y Sanz. No quiero olvidar a Puigdemont y, por supuesto, a Pujol, que sólo Dios sabe por qué se encuentra tranquilo y feliz en su casa. Es cierta la imputación de los valencianos Zaplana, Olivas, Camps y Fabra, ninguno condenado en función de su cargo. A pesar de ello, Valencia se pone como ejemplo, cuando las estadísticas evidencian que otras comunidades la superan en calidad y cantidad de condenados y en millones malversados. Así es la vida.