Opinión

¿Hasta cuándo aguantará Sánchez?

Cada día son más los valencianos que se congregan para presenciar el solemne y emotivo acto de la arriada de bandera en el Cuartel de San Juan de la Ribera, junto al antiguo cauce del río Turia. Y cada día son más los vítores a España y las críticas al Gobierno. Tanto, que ya comienza a esparcirse la pregunta ¿cuándo decidirá Pedro Sánchez o su ministra de Defensa suspender el tradicional acto? Porque, como ha demostrado tantas veces, no tiembla para demostrar su mano de hierro contra lo que no le complace.

El acto, que emergió al hilo de las manifestaciones de la madrileña calle Núñez de Balboa, se está convirtiendo en un escenario atractivo para quienes se sienten agredidos por la política gubernamental. Que estás actuaciones disgustan al Gobierno, lo dejó patente el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska ¿quién lo ha visto y quien lo ve?, al protestar por ésas congregaciones e invitar a los partidos a que no las alienten. Sí, sí, el mismo que calla cuando el objetivo es la quema de la bandera constitucional, los entierros de etarras o los escraches a dirigentes del PP, Ciudadanos o Vox. El mismo impecable juez de antaño, que hoy se ha hinojado, cual abarraganado, ante Sánchez. Estoy contra los escraches, amenazas y demás demostraciones que atentan contra la libertad de las personas y la democracia. De ahí que me indigne que el Gobierno de España de la espalda a decisiones como las del Parlamento alemán declarando delito profanar la bandera e himno de la Unión Europea; o la del Parlamento Europeo equiparando el nazismo y el comunismo, recordando que en algunos Estados miembros «las ideologías comunista y nazi están prohibidas por ley».Envidia me dan. Así es la vida.