Internacional
SOS: mensaje en una diminuta isla de Micronesia
Hay veces que sólo hace falta pedir ayuda para que nos rescaten. Pero no siempre se ven las señales tan claras, como el SOS de estos tres marineros.
El 30 de julio, con el mar en calma, tres hombres salieron del atolón Pulawat, en el océano Pacífico, en un barco de siete metros de eslora. Realizarían una travesía sencilla, de poco mas de dos horas hasta otro atolón cercano, el de Pulap, a tan sólo 43 kilómetros. Pero los navegantes perdieron el rumbo. Después de varias horas desviados por las corrientes, se quedaron sin combustible. No obstante, la deriva les llevó a tierra, a una pequeña y remota isla de Micronesia, que no estaba habitada. Aunque desconcertados, se les ocurrió dibujar un enorme mensaje en la playa de blancas arenas, tres letras que aún hoy significan lo mismo en cualquier parte del mundo: SOS.
La señal internacional de socorro, que no representa ni «Save Our Souls» (salven nuestras almas) ni «Save Our Ship» (Salven nuestro barco) como se cree en el imaginario popular, es un código de emergencia que se estableció en Alemania en 1905. SOS no es una abreviatura ni un acrónimo, son tres puntos, tres rayas y tres puntos, es decir, (...---...) una fácil y rápida secuencia en el alfabeto Morse.
Tras más de 48 horas sin noticias de ellos, las autoridades de Guam informaron de su desaparición el 1 de agosto. Al día siguiente, su mensaje de socorro fue avistado por un avión de las Fuerzas de Defensa Australianas. Los tres desaparecidos se encontraban en la inhóspita isla de Pikelot, a 190 kilómetros al oeste del punto del que habían partido el 30 de julio. El equipo de rescate de Guam pidió ayuda a las autoridades internacionales para rescatar a estos hombres en el vasto océano en el que unas 600 islas desperdigadas forman los Estados Federados de Micronesia.
El buque militar «HMAS Canberra», que volvía a Australia después de unas maniobras navales en Hawái, aceptó la misión y viró hacia el área de búsqueda. Se unía así a otro equipo de rescate de EE UU que se encontraba en Guam.
«Estoy orgulloso de la respuesta y la profesionalidad de todos los miembros a bordo, ya que hemos cumplido con nuestro deber. Y hemos contribuido a la seguridad en el mar, dondequiera que nos encontremos en el mundo», indicó el comandante del «HMAS Canberra», el capitán Terry Morrison en un comunicado.
Los tres náufragos, que estuvieron tres días con sus tres noches sin saber si alguien vería su señal de socorro o si ni siquiera les estarían buscando, se encuentran en buenas condiciones. Las autoridades australianas explicaron que, una vez visto el SOS desde el aire, enviaron un helicóptero militar que pudo aterrizar en la playa de Pikelot. Los soldados entregaron agua y comida a los marineros, siempre guardando las medidas de seguridad por la covid-19.
Los tres, desde la distancia, agradecieron el gesto del operativo internacional. Ayer, partió una patrulla de Micronesia para recogerlos de la isla y llevarlos de vuelta a casa.
Hay veces que sólo hace falta pedir ayuda para que nos rescaten. Pero no siempre se ven las señales tan claras, como el SOS de estos tres marineros.
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