Opinión

No se os puede dejar solos

Algunos videntes, entre ellos mi amigo Rogelio, predijeron que Pedro Sánchez con «la nueva normalidad», a la vez que implicaba a las Comunidades Autónomas en las responsabilidades de la pandemia sin ningún proyecto definido, pretendía el empeoramiento del curso de los acontecimientos de tal forma que se hiciera obligado su regreso al puesto de mando con un «no se os puede dejar solos». No sé si así lo ideó, pero es verdad que llevamos esa deriva. Mientras tanto y por más que los contagios volvieran a subir como en ningún otro lugar, él a disfrutar de un relajado descanso. ¿Dónde? Donde más pudiera demostrar que, hoy por hoy, es el zar y que nada ni nadie pueden frenar su omnipotencia. En medio de la crisis del Rey Emérito y sus regalos, ningún lugar mejor que «La Mareta», el palacete que el rey Hussein de Jordania le regaló a Juan Carlos I en Lanzarote. Es una actitud más de las muchas que ha exhibido desde que llegara a la Moncloa. Él es quien mejor ha gestionado la crisis del coronavirus. Su actuación ha sido ejemplar a pesar de los 45.000 muertos, de la falta de medios, del mayor número de afectados del personal sanitario, del maltrato dado a las residencias de mayores, de que es uno de los pocos países donde los colegios no se abrieron y donde no existe, hoy por hoy, un plan para preparar el próximo curso.Asusta pensar en el panorama desolador de la educación si la pandemia deambula por los derroteros presagiados por los científicos para los próximos meses. Creer que la supresión del sistema presencial es una solución, constituye un error de gran magnitud. Y más vergüenza da el horizonte abandonado de los centros de educación especial. Así es la vida.