Opinión

El cuaderno de Chapu Apaolaza: Socialismo o Tinder

Si no te han mandado dos balas en este país, no eres nadie

Si no te han mandado dos balas en este país, no eres nadie. A Isabel Díaz Ayuso le han hecho llegar otro sobre con balística epistolar. Dónde quedaron aquellas fórmulas monumentales con las que la gente esperaba que usted estuviera bien a la llegada de la presente o confirmaba “mediante esta carta” que su corazón era de otro”.  Al matonerío postal como objeto de movilización de la izquierda se le paró un motor cuando salió Reyes Maroto a hacerse una foto con un cuchillo que había enviado un tipo que oía voces, pero Iglesias sigue con la matraca de los percutores y de parar el fascismo. Ahora, compara la amenaza de un tarado de El Escorial con las mujeres asesinadas y otras violencias. Si se supone que Pablo Iglesias es la gente, a ver por qué sus problemas no van a ser los problemas de la gente: el paro juvenil, la esperanza de vida en algunos países subdesarrollados, la violencia criminal y la avería en el motor de la piscina del Galapagarato. Al lado de Iglesias, Mónica García ya se parece a Clara Campoamor.

Abril, balas mil. Llueve de manera intermitente sobre los carteros y el no-sanchismo. Madrid se perfila en claroscuros y se sucede en chaparrones y solaneras que van de la risa al llanto. Ni calienta el sol demasiado, ni tampoco moja demasiado el agua. Los mismos sucesos provocan terror y ganas de reír. No sabe uno si sacar una chirigota por el carnaval de Cádiz o proteger el portal con un muro de sacos terreros.

Por el cielo corren las nubes en una estampida de negros caballos. Isabel de las Tormentas ha dicho que vivir a la madrileña significa poder cambiar de pareja y vivir sin encontrarte a tu ex por ahí. Alguno habrá pensado que ojalá tuviera una ex pues sería señal de que al menos ha tenido una novia. A mí, del cochino me gustan hasta los andares y, de Madrid, hasta los atascos y las difuntas. Entré en un Vips en Guzmán el Bueno y en las mesas todo eran parejas de exnovios y enviados del Cartel de Medellín. Con el lema Socialismo o Tinder, Ayuso juega a escandalizar a la izquierda de natural tan solidaria, internacionalista y tan mojigata también, por qué no decirlo.

Ay, Madrid, cuantas cosas dicen de ti: bomba vírica, orgía de franceses, ultraliberal y etílica, loca, racista, dumpinera, fascista, pilonera y ahora, encima, soltera.

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