Reina Letizia

Yo, Leonor

Fíjate tú si me hago lío, que vinieron a la casa y los confundía entre ellos

Yo mejor no digo nada. Mejor me multiplico por cero y me diseco en el aparador, porque un día me van a dejar entre todos muerta patata. Sale Altibajos la otra tarde con una china de paseo y va y compra un cupón de los ciegos. Ahora qué. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Que nos toque? Cuando apareció por la casa fui inmediatamente a hablar con ella, claro. «Madre». Cuando quiero algo la llamo madre. «Madre, te he visto hoy que has estao de pingoneo con la china». Yo ya vi que se le empezaba a torcer el morro porque está empeñada en que empiece a distinguir entre los asiáticos, que es que yo soy incapaz. La señora en cuestión es la mujer del Presidente de Corea del Sur pero, fíjate tú si me hago lío, que vinieron a la casa y los confundía entre ellos. «NuestrohijoFelipe» enseñándome fotos y todo y nada, que me era imposible saber quién era el chino y quién era la china. Total, que le digo a Altibajos: «madre, no tientes a la suerte porque, si nos llegan a tocar los ciegos, tenemos un problemón. Si nos toca el cupón, a mí ya me habéis visto el pelo. Me lo pienso fundir y me voy a pegar la vida de Victoria Frigorífrica». A Altibajos le dio hasta un tic en un ojo del cabreo, oyes. «Y reza para que no me rape al cero y no me haga un tatuaje antes de huir en un crucero de singles». Me ha amenazado con mandarme a un colegio de repetidores o a un internado inglés, pero vamos, que me toca lo de la Once y tienen que poner de reina a una mona con dos platillos. Luego he estado pensando también que esta mujer seguro que no lo repartía, así que he ido a la cocina y he mandado la etiqueta del Nescafé a ver si me toca el sueldo de por vida. Les dejo, que voy a ver si me abro un canal de Youtube.