Cuba

La estrategia de la guarimba

Cuba debe recobrar ese nivel de coraje, de valentía, barricar sus casas y protegerse contra los que vendrían a apresarlos

Zoé Valdés

El inicio de la guarimba tiene origen en Venezuela en el 2003, quien ideó este tipo de lucha fue el venezolano de origen cubano, Robert Alonso. La lucha consiste en paralizar el país y crear barricadas frente a sus casas. Robert Alonso se refiere a Gene Sharp y su lucha pacífica en este vídeo, pero no avala las marchas, porque las marchas son reacciones defensivas, y lo deja claro, que las marchas necesitan de un permiso, al pedir autorización al régimen al que se combate se estaría reconociendo a ese mismo régimen que oprime al pueblo. Alonso lo tuvo clarísimo, un amigo me lo recuerda.

Las marchas son pacíficas, pero el régimen puede convertirlas en violentas si al régimen le diera la gana de infiltrarlas y provocar violencia, que es lo que siempre hacen los regímenes castro-estalinistas.

La marcha, o marchas, que no sabemos si a la larga son todas lo mismo, –además ya no se sabe cuántas son– que se están gestando en Cuba para octubre y noviembre, serán más de lo mismo de lo que vimos a partir del 11J, si es que llegan a suceder. La violencia la pondrá la tiranía, mediante Miguel Díaz-Canel que llamó a una guerra civil, y los muertos los pondrá el pueblo. En 62 años los cubanos han ido perdiendo agudeza en su pensamiento, cada vez tienen más enmarañado en sus mentes la manera de combatir a los opresores para eliminar de un tajo a toda esa ralea de criminales.

Este amigo insiste en que yo vuelva a Robert Alonso, él lo ha descubierto hace pocos años, no sabe que llevo años conociendo y apoyando a Robert Alonso. De hecho, si nos ponemos, la quema de Bayamo el 12 de enero de 1869, durante la Guerra de los Diez Años, precedió a estas guarimbas venezolanas. Cuba debe recobrar ese nivel de coraje, de valentía, barricar sus casas y protegerse contra los que vendrían a apresarlos.

El 11 de Julio del año en curso el pueblo cubano de una punta a otra de la isla se lanzó a las calles. Vimos escenas dantescas, mujeres baleadas en sus piernas, dos jóvenes muertos, que sepamos dos, gran cantidad de heridos, todavía se habla de una cifra de 501 detenidos aislados en paraderos desconocidos, torturados, y familias amenazadas. Ayer vi un vídeo de una madre desesperada, lloraba, a su hijo lo condenaron a 8 años de cárcel, sólo por salir a las calles de su país pacíficamente a pedir lo más esencial que se le priva a los cubanos desde hace más de medio siglo: Libertad.

El mundo libre dedicó unos cuantos minutos en los telediarios, y poco menos. Nada comparado con las manifestaciones en Barcelona del 2-O por el referéndum separatista, en la que mintieron y hasta hubo una mujer que declaró que le habían roto los dedos de una mano mostrándola y luego reapareció con las vendas en la mano contraria. Ah, pero esta gente sí tuvo cobertura internacional, se le trató a España de represora contra el deseo de independencia de Cataluña. Como siempre los intelectuales franceses aparecieron pidiendo firmas por la libertad de Cataluña. A todos me di el gustazo de mandarlos a freír tusa. ¿Dijeron algo estos intelectuales sobre los sucesos del 11J en Cuba, pidieron firmas? Ni pitoche, ninguno salió de sus cuevas ni levantaron sus voces por los cubanos y por lo que nos merecemos: decencia.

Las marchas a estas alturas no resolverían nada. Mucho menos la que ha sido a todas luces penetrada y quien quita si organizada por el propio régimen, la del 20N próximo. Por lo tanto, Alonso lleva razón, hay que aplicar de una vez La Guarimba. De una punta a otra, paralización del país y barricadas. Guarimbear y barricar. Aquello no duraría más que lo necesario para que la oposición desde dentro y desde el exilio retomen el control del país.

El «castroestalinismo internacional», tal como afirma Robert Alonso, ha robado las riendas, ha infiltrado a la oposición, el régimen ha colocado sus fichas en los sitios más «importantes» en la comunicación, como en la CNN. Hace años escribí en «La Ficción Fidel» un Yo Acuso al estilo de Émile Zola, entre los acusados se encontraba la CNN. Esa televisión está llena de comunistas enemigos de la libertad. Me refiero incluso a los mismos cubanos que allí trabajan con la cabeza gacha o con una misión.

Esto es una guerra, el que no lo entienda es porque es un irresponsable o un infiltrado. A esa guerra no se puede ir desarmado frente a los desalmados del régimen. El arma que poseemos frente al armamento militar es La Guarimba, las barricadas. Reitero, observen hasta el final el vídeo de Roberto Alonso entrevistado por Fernando del Rincón, para los que dicen que «la caliente» está dentro de la isla y no en el exilio.